El concepto de reforma fiscal ha sido manipulado por los especialistas en comunicación del Gobierno, ya que en términos reales se trata de un proceso mediante el cual los países modifican sus normas fiscales, generalmente para mejorar los servicios que ofrecen a la población.

Tradicionalmente en República Dominicana los gobiernos han usado la expresión “reforma fiscal” para cubrir la imposición de nuevos impuestos o aumentar los existentes.

La sociedad debe tener muy en cuenta las propuestas del Gobierno de aumentar al menos siete tipos de impuestos, para cubrir déficit presupuestario durante el año 2022, ya que al final de cuenta el mayor peso caerá sobre la clase media.

Esto es para que no permitamos que el Congreso apruebe cargas impositivas que luego la gente tenga que lanzarse a las calles a protestar. Todavía estamos en medio de una crisis sanitaria, con un creciente desempleo y deterioro en los servicios de salud, agua potable y electricidad, para dejar pasar acciones de este tipo.

El Gobierno ha dicho que el próximo año dejará de recaudar 210 mil millones de pesos por exenciones tributarias a las zonas francas, generadores de electricidad, minería y turismo, y por supuesto la intención es sacar ese dinero de las costillas de una clase media que no aguanta más carga.

Mientras el Gobierno pretende que los pobres paguen más impuestos, mantiene los privilegios a senadores, diputados, empresarios del transporte, y otros segmentos de la cúpula empresarial a través de subsidios, exoneraciones y evasiones fiscales.

Otros de los argumentos es que la presión tributaria en el país es una de las más bajas de la región, lo que podría ser cierto, pero también es cierto que los salarios son los más bajos, que los servicios de salud, educación, viviendas, y transporte están entre los más malos y caros del continente.

Hay que tener claro que una reforma fiscal no es lo mismo que un pacto fiscal, que es lo que el país necesita. El Gobierno quiere que la gente se sacrifique pagando más impuestos, sin decir con claridad cuales serán los aportes o sacrificios del Estado en este espinoso proceso.