Lo urbano tiene su lado bueno. No todo es música y exponentes desechables. Que los hay! También están los que han dado un giro exponencial a sus carreras. Esos se inscriben en la exclusiva lista de la permanencia.
En República Dominicana hay varios, entre ellos Vakeró, ejemplo de cambio y de esa permanencia. Su estilo es único, tanto en lo musical, visual, como en su performance.
Lo otro, los ataques recibidos de quienes no comulgan con su propuesta, como a todos les pasa, es papa de otro costal y de eso preferimos no hablar ni escribir.
Lo artístico está por encima de las diatribas propias del negocio para lograr visualización o, como se estila en estos tiempos, “buscar sonido”.
El crecimiento exhibido por el conocido “Cantante de los raperos”, es notorio. Solo hay que escudriñar en su repertorio, desde temas como “Se partió el lápiz”, con el que se internacionalizó; luego “Otra vez te partió (El Vakeró e’ un biberón), pasando por “Te quiero”, “Palomo”, “No te olvidaré”, “Tu pai”, hasta la implementación de nuevos colores en “Échale agua”, “Qué mujer tan chula”, “Hoy se va a beber”.
Su afán por dejar improntas en una carrera construida a base de sangre y fuego, con “Mutación”, un álbum novedoso de 18 canciones, incursionó en la salsa, el merengue y el son.
Sin el bulto mediático sustentado hoy en las redes sociales, Vakeró continúa apostando a lo novedoso, en un laboratorio musical permanente, sin dejarse abrumar por la aprobación de una industria que va “a la carrera”, sin importar si el “éxito musical” de hoy permanecerá en el tiempo.
No es que el urbano petromacorisano se haya apartado de sus raíces, en breve va a la calle uno de esos temas donde el lenguaje explícito juega su papel.
Pero también apuesta a otro: “La ambulancia”, que saldrá a la luz el 25 de este mes y que lo regresa a la línea de “Qué mujer tan chula”.
Así como Vakéro existen otros exponentes que apuestan a la permanencia. Sobre ellos escribiremos en otras entregas.
(Editor cine, turismo, espectáculo, sociales, cultura)
