Las “severas consecuencias” con que Donald Trump amenazó a Vladimir Putin si no cesa la guerra en Ucrania eleva las tensiones sobre la cumbre que ambos mandatarios sostendrán mañana en Alaska.
Algo se ha olido el mandatario estadounidense para una advertencia tan destemplada al zar ruso, quien no ha hecho más que burlarse de los arreglos a que han arribado sobre el caso de Ucrania.
Tras vencer un plazo de 10 días que había dado a Putin para terminar la sangrienta guerra en Ucrania, el presidente estadounidense optó por reunirse con su colega ruso antes que imponerle sanciones.
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En principio el plazo había sido de 50 días, en medio del cual Trump expresó su decepción con Putin por incumplir los acuerdos a que habían arribado sobre la guerra.
El gobernante estadounidense no avanzó sobre las severas consecuencias con que amenazó a Putin, pero se supone que se trata de endurecer las sanciones económicas.
Antes de oficializarse la cumbre las dos naciones habían desplegado submarinos y exhibido equipos nucleares. Incrementó la inquietud el señalamiento de Rusia de que en una guerra nuclear no habría ganadores. La cumbre de mañana, en la que no estarán Ucrania ni la Unión Europea, tiene muchas aristas.