SANTIAGO. Durante años, la presencia o exhibición de símbolos religiosos, como la cruz en lugares públicos de cualquier país, no fue un tema de discusión.
Y es que la cruz era vista como un símbolo del arraigo de las sociedades a la fe cristiana y una señal de la presencia del cristianismo en cualquier sociedad. Sin embargo, en la actualidad, la exhibición de la cruz en escuelas, hospitales o tribunales representa para algunos dominicanos una violación del derecho a la libertad de culto, por considerársela un símbolo exclusivo de la fe católica.
La controversia se desató a raíz de la sentencia dictada por la Corte Europea de los Derechos Humanos el 3 de noviembre de 2009, mediante la cual consideró ilícita la exhibición de crucifijos en los salones de las escuelas públicas italianas.
Y aunque la sentencia se dictó en Italia, ha tenido repercusión en República Dominicana, donde la reacción de los ciudadanos al respecto empezó a salir a flote desde que fue conocida la ley, en especial ante la posibilidad de que se extienda al país.
El vicario de la parroquia Nuestra Señora de la Anunciación de aquí, Richard Bencosme, calificó la eliminación de la cruz en lugares públicos de esos países como una reacción del ateísmo que quiere apoderarse del mundo entero. Al tiempo que calificó la cruz como un signo de la fe no solo católica sino cristiana.
El sacerdote dijo que la esencia atea quiere eliminar todo vestigio de fe en el mundo y por tal razón ahora están atentando contra los símbolos que identifican al cristianismo.
Así como quieren sacar la cruz de los lugares públicos, quieren sacar a Dios dijo el religioso.
Bencosme cree que esta ley va a destruir al mundo y con respecto a que se extienda al país manifestó su desacuerdo.
Mientras que el pastor evangélico José Vanderlinder, quien además es abogado, dijo que esa sentencia no funcionará en este país, por lo menos en este caso, porque el símbolo de la cruz está enraizado tanto en la mente de la gente como en los fundamentos de la nación.
Este fue secundado por la abogada y especialista en derechos humanos, Lorena Ramírez.
Esa ley se tomó en un contexto particular, en un país con una historia particular no significa que lo mismo aplica para la República Dominicana, manifestó la doctora Ramírez.
La especialista en derechos humanos calificó esa ley como una respuesta a una evolución de pensamiento en un país en específico, para lo cual la República Dominicana aún no está preparada afirmó.
Asimismo, es partidaria de que el Estado sea independiente de la religión, aunque aclaró que eso no quiere decir que no puedan exhibirse símbolos religiosos en los tribunales y escuelas que son para la jurista, un reflejo de la historia y cultura de los pueblos.
Ratificó que los Estados deben ser independientes y que no deben favorecer a una iglesia en particular, y por el contrario deberían impulsar la libertad de religión en la nación.
Decisión genera reacciones
Para el mundo católico occidental, la sentencia tiene un alto sesgo anticatólico y obedece a razones particulares de la sociedad en Italia, descartando que tenga efectos en otras naciones del hemisferio.

