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Vivir con covid

Vivir con covid

Ernesto Guerrero

Social y políticamente, la epidemia de covid-19 terminó, pero clínicamente no. Aunque con bajos números en hospitalizados y fallecidos, los casos de contagios siguen presente entre vacunados y no vacunados. En estos momentos hay un rebrote que afecta principalmente a niños, jóvenes y a personas sin o con esquema de vacunación incompleto.

Los casos son mucho más que los reportados, ya que algunas pruebas son domiciliarias, y otros rehúyen pagar sus costos. La mayoría, son asintomáticos o con síntomas leves, pero dado su alto número empiezan a manifestarse en las hospitalizaciones y algunas muertes, verbigracia la de Augusto Guerrero.

Yo me encuentro entre los nuevos afectados; tres vacunas de Pfizer fueron insuficientes, me tocaba la cuarta de refuerzo, y no hice caso. Afortunadamente los síntomas fueron solo tos y fuerte dolor de garganta por tres días. Aunque nunca sentí cansancio en la tomografía de pulmones había algunos cambios que cedieron con antiinflamatorios.

Mientras las sociedades y asociaciones médicas piden medidas de intervención más agresivas para contener el brote, las autoridades de salud, por el bajo número de hospitalizaciones las ven innecesarias. El presidente fue a la ONU y recibió merecidas distinciones por el manejo de la crisis médica y económica, fuimos pioneros en las Américas en aplicar la tercera dosis y el uso de vacunas heterogéneas.

En cuanto al número de fallecidos y la tasa de letalidad, mantengo mis cuestionamientos. Cuando el ministerio reportaba 4 mil fallecidos, las actas de defunción por covid-19 en la JCE eran de 8 mil. Reportes de investigación publicados por prestigiosas instituciones incluyendo la ONU, estiman que los casos de fallecidos durante la pandemia son mayores al reportado a nivel mundial y para nuestro país estimaron un excedente de mortalidad que va de 4 mil hasta 20 mil fallecidos.

Lo que la población debe comprender es que la covid-19 se queda de forma endémica entre nosotros y tenemos que aprender a convivir con ella. Es una buena decisión: usar mascarillas en lugares cerrados, ponernos las dosis de refuerzo, si aparecen síntomas hacernos la prueba, aislarnos y acudir al médico antes que se agraven.

Para honrar a los fallecidos y prever futuras intervenciones, es imperativo saber cuántos fueron los muertos durante la pandemia. Además, mantener la accesibilidad a vacunas, pruebas y tratamientos.