Desconcierto
Tal vez sin proponérselo, el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, ha presentado una de las imágenes más dramáticas sobre la crisis de valores y la cruda realidad de los jóvenes de los barrios marginados.
Por carecer de empleo o algún medio de producción, la juventud de esos sectores se ve tentada a robar, no para comprar drogas, sino algo tan superficial como calzado deportivo de moda. “Porque los tenis”, según Domínguez Brito, “se están convirtiendo en imágenes de prosperidad, liderazgo y progreso entre los jóvenes de los barrios pobres de las ciudades dominicanas”.
Por todos los factores que envuelven, se trata de indicadores desconcertantes que los jóvenes, además de carecer de medio productivo, se vean tentados a delinquir porque no se resisten a la vanidad de creer que escalan socialmente solo porque llevan unos tenis de moda. Y todo por la diseminada creencia de quien nada tiene nada vale.
En esos barrios que cita Domínguez Brito se necesitan programas no solo para combatir el desempleo entre los jóvenes, sino para elevar su nivel cultural. Ambos son vitales.