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“Las voladoras” son inseguras y la gente no tiene alternativa

“Las voladoras” son inseguras y la gente no tiene alternativa

RÍO SAN JUAN.-Para aquellos que viven retirados de las ciudades y que tienen que movilizarse constantemente a éstas, las guagüitas voladoras se han convertido en una opción para llegar más rápido a sus destinos.

Sin embargo, hay quienes dicen poner sus vidas en riesgo cada vez que abordan uno de estos transportes.

Por lo menos en este país, se conoce con el nombre de guagüitas voladoras a aquellos vehículos en su mayoría en mal estado, que se caracterizan por pararse en cada esquina en busca de pasajeros y por llegar más rápido a los lugares debido a la velocidad a que se desplazan sus conductores.

Aunque para algunos esto constituye una ventaja, otros se quejan por la irresponsabilidad de los trabajadores de este tipo de transporte quienes en su mayoría se caracterizan por estar malhumorados e irrespetar a los pasajeros, manifestaron usuarios de este servicio.

María López, residente en  Río San Juan, contó que todas las semanas tiene que viajar hacia  Puerto Plata en guaguas voladoras, dice que “llego con el alma en un hilo… a los choferes de esas guaguas no les importa la vida de quienes llevan a bordo”, indicó.

Sostuvo que utiliza ese servicio porque “no tengo otra opción…. Pero es un riesgo grande… sólo sé que salgo de mi casa, pero no sé si regresaré con vida”.

Esto por la elevada velocidad a que conducen, además de las competencias en que viven unos choferes con los otros para ver quien monta más pasajeros y llega más rápido hacia su destino final, una competencia que en ocasiones termina en el hospital.

Juana Rodríguez aún recuerda ese sábado cuando decidió montarse en una guagua voladora para llegar a Nagua, a visitar algunos familiares.

Eran las 7:20 de la mañana cuando llegó a la parada de guaguas  de este pueblo cuando “de repente, un hombre que salió como de la nada, tomó mi bulto y me dijo, venga doña, ya nos vamos, venga por aquí, por aquí, entonces me acomodó en uno de los asientos céntricos del autobús”.

Juana contó que aún recuerda a ese joven que iba sentado dos asientos más adelante que ella, que le ayudó a bajar el cristal del vehículo y que se pasó el trayecto leyendo un libro y con apariencia de estudiante universitario.

Dijo que aproximadamente después de veinte minutos de recorrido, un chofer con el mismo destino empezó a vociferarle al conductor del vehículo en que se encontraba, dijo que en ese momento, inició una discusión agresiva entre ellos, empezaron a rebasarse, “le gritábamos al chofer que redujera la velocidad, pero éste no nos hizo caso”.

Contó además que la discusión terminó cuando ambos vehículos chocaron y que aún tiene grabado en su mente el impacto del choque “todo por la irresponsabilidad de dos conductores a quienes al parecer se les olvidó que en sus manos estaba la vida de varias personas”, sostuvo.

Indicó que aunque el choque dejó varias personas heridas, ella no tuvo lesiones de gravedad, “lo que si lamenté fue la muerte de aquel joven que iba a bordo del vehículo”, dijo.

Indicó que tiempo después se enteró que había sido el único fallecido en el accidente y que se trataba de un estudiante de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Santo Domingo que viajaba todos los sábados a tomar sus clases a la universidad.

Expresó que es penoso que por la falta de conciencia de conductores irresponsables se pierdan vidas valiosas y es que por lo menos en este municipio son varios los casos de personas que se han quedado a mitad de camino después de haber abordado una de esas guaguas voladoras que ya algunos hasta califican como el terror sobre ruedas.

 No obstante, este  transporte continúa siendo uno de los más usados por los ciudadanos que requieren  movilizarse con frecuencia de un punto a otro del país.

Popularidad

Pese a los diversos tipos de maltratos que recibe la población por algunos choferes y cobradores de las guaguas “voladoras”, ese tipo de transporte continúa siendo uno de los más usados por los ciudadanos de

los distintos pueblos y ciudades que deben movilizarse con frecuencia de un punto a otro del país.

El Nacional

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