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A la virgencita

A la virgencita

José Díaz

El sábado que viene es el día consagrado a nuestra patrona la virgen de La Altagracia. Uno de los primeros que irá en procesión es Jean Alain a dar gracias por andar suelto a pesar de estar alto confirmado todo lo que se robaron y que tres de los testigos en su contra han tenido que ser protegidos y a otro se demostró le ofrecieron un millón de pesos por su silencio, pero yo lo dije hace dos semanas solo faltaba él y era cuestión de tiempo.

Este es nuestro país y presos quedan miles que han hecho nimiedades, nada o simplemente por ser pobres o muy pobres.

Por respeto a la virgen no me voy a quedar en ese tema y quiero compartirle esta belleza de una biografía epistolar que publicó la actriz y directora de cine y teatro cubana Mirtha Ibarra sobre su esposo, un tipo genial Tomás Gutiérrez-Alea el más aclamado director de cine de Cuba, con obras fantásticas como “Muerte de un burócrata”, “Las doce sillas”.

“Fresa y Chocolate” (Nominada a los oscares en 1994), “Guantanamera” y la que es considerada una obra maestra “Memorias del subdesarrollo” de 1968. En la página 243, en una carta que le envía a su hijo de crianza Saurius escribe: “La vida es un camino a recorrer.

Un camino que cada uno debe hacer por sí mismo, porque solo a uno pertenece. Un camino desconocido, nuevo, lleno de sorpresas buenas y malas, de obstáculos que hay que vencer, de alternativas que hay que explorar.

A veces damos con un callejón sin salida y tenemos que volver sobre nuestros pasos. Para eso hay que tratar de mirar hacia adelante, tratar de entender por dónde vamos. Hay momentos en que conviene mirar hacia atrás, hacia el camino ya recorrido”. Olvídense de Yanalán y tomen este consejo de Titón a su hijo, que si es “algo más que salud”.