Opinión Articulistas

A Mateo Morrison

A Mateo Morrison

Chiqui Vicioso

Querido Mateo:

Fue una felicidad reencontrarte en el Festival de Poesía de la Montaña y confirmar los lazos de gran cariño que nos han unido siempre y nuestras afinidades ideológicas y espirituales. Fue también muy importante que pudiéramos conversar para por fin poder entender mi exclusión de los Festivales de Poesía, del viaje a Madrid y, de la Antología de Poesía Dominicana que se puso a circular con motivo de ese viaje, en la Feria del Libro.

Nadie me lo había podido explicar, porque las diferencias poéticas nunca han podido justificar la exclusión de un, o una, poeta de un libro que supuestamente representa a todos los reconocidos cultores (más de 5,000 ensayos, artículos , traducciones y tesis doctorales sobre mi obra hasta ahora) del genero poético de un país, cuando precisamente el objetivo de una Antología es que la gente pueda leer, comparar y elegir al poeta, o la poeta, de su preferencia. Que a mi no me guste la poesía erótica, la poesía épica, el verso libre o “prosaico”, o clásico, no me otorga el derecho para constituirme en juez de nadie, al margen de quien financie la publicación.

Cuando me informaste que Soledad Alvarez argumentó que no se me podía incluir porque yo “le había creado muchísimos problemas en Cuba a ella y Bernardo, acusándolos de agentes de la CIA”, y que recurrió a una votación donde ella y la claque que conforman Plinio Chain, Basilio Belliard, Jochy y José Mármol se constituyeron en mayoría para imponerte a ti, Angela y otra poeta la decisión de excluirme de toda actividad poética nacional, no solo me horroricé, porque si algo ha sufrido mi familia y la de Fidelio es la persecución tenaz de los informantes políticos que aquí denominamos calíeses, la más despreciable especie de ser humano; sino porque me di cuenta de hasta donde la búsqueda de primacía literaria no escatima recursos para lograr sus fines.

Cuando se lo comenté a Fidelio este me dijo que una acusación así no puede tomarse a la ligera, porque es una afrenta no solo a mi integridad como intelectual, sino como mujer y ciudadana, y que se va a reunir con el embajador de Cuba para solicitarle formalmente una aclaración al sistema de seguridad cubano sobre mi supuesta denuncia.

Lo que hagamos con la respuesta, cuando la recibamos, dependerá de una excusa formal de Soledad, que esta hará circular en los medios y círculos donde me ha difamado, y desde luego de mi integración, como cuestión de principio, a los Festivales y publicaciones nacionales (por suerte en otros ámbitos es la poesía la que habla), de donde se me ha excluido.

Y, sabes?, lo único que lamento es que conociéndome, aunque en “minoría”, ustedes se hayan permitido dudar y hayan acatado semejante envidiosa mezquindad, por no decir otra cosa.

Un fuerte abrazo y mi amistad y cariño a toda prueba, por siempre y para siempre..