La reforma fiscal planteada por el gobierno se fue a pique luego que la presión del pueblo motivara que el presidente Luis Abinader retirara del Congreso Nacional el conflictivo proyecto tributario.
El mandatario no ha hecho más que escuchar el sentir de la mayoría del pueblo que pedía a viva voz que el proyecto fuera retirado y aplazado sin tiempo fijo su conocimiento hasta que mejoren las condiciones económicas del país.
En las vistas públicas en el Congreso Nacional se presentaron propuestas viables para mejorar la economía del país sin la necesidad de gravar al pueblo con nuevos impuestos. Tal es el caso del economista Jaime Aristy Escuder y el sindicalista Juan Hubieres, quienes presentaron fórmulas de cómo ahorrar millones de pesos que podrían ser utilizados para mejorar las condiciones de vida de la mayoría.
El gobierno lo que debe hacer es eficientizar las recaudaciones fiscales y reducir considerablemente el gasto público como han planteado reconocidos economistas que no están de acuerdo con la reforma.
El caso es que con el retiro de la pieza hay que esperar que se planteen las modificaciones que se proyectan introducir para que afecten lo menos posible a la población.
El Gobierno no tiene «ninguna» otra propuesta de reforma fiscal, dijo este lunes el presidente Luis Abinader, tras el retiro del anterior proyecto, que generó diversos cuestionamientos de sectores políticos, económicos y sociales. Por ello, el Gobierno tendrá que hacer «los ajustes de lugar», lo que obliga a «eficientizar el gasto», pero también «controlar» la deuda, subrayó.
No obstante, la economía «seguirá creciendo», aseguró, citando el dinamismo de sectores como el turismo, las zonas francas o las exportaciones.
El Gobierno está en una disyuntiva que tendrá que abordar sin perjudicar a ningún sector, aunque se entienda la necesidad de un mayor sacrificio.
Por: Luis Santamaría Santana
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