Diálogo.-
Lo que ocurre la Plaza de la Bandera fue advertido en el A rajatabla del 2 de febrero, en uno de cuyos párrafos se señala que: “el liderazgo político parece ignorar que el destino de las elecciones municipales, congresuales y presidenciales está en manos de los “millennials”, los nacidos a partir de la década de los 80, que hoy representan probablemente la mayoría de la población votante”.
También advertí que “los candidatos disparan en todas las direcciones sus cartuchos de promesas sin tener en cuenta los blancos específicos que requieren tipos de municiones especiales o diferentes, como la juventud y los estudiantes”.
Los millennials son muy vulnerables a la manipulación promovida por intereses políticos que aprovechan su ímpetu juvenil para imponer designios muy alejados de los anhelos de esos soñadores.
Todos los que bordeamos el otoño de la existencia fuimos millennials en tiempos con características sociales, políticas y económicas y métodos de lucha muy diferentes, pero con el ímpetu de rebeldía relativamente similar a los de hoy.
La suspensión de las elecciones motivó el enojo de la población, incluido el segmento de la capa juvenil de los altos anaqueles sociales que se congrega en la Plaza de la Bandera y se expresa a través de las redes sociales, legítimo derecho que pretende ser manipulado por espurios intereses políticos y económicos.
Es un error censurar que jóvenes se expresen libremente, porque esa es la generación que sustituirá a los adultos mayores de hoy en la dirección política, y que debe recorrer su propio camino y aprender de sus aciertos y errores.
La juventud protesta aquí, en Chile, Venezuela, Francia, y en todas partes porque son sensibles ante lo que creen injusto. El deber de gobiernos y clase dirigente es de interactuar con los millennials en el entendido de que ellos son el porvenir.
La protesta estuvo en principio dirigida contra los miembros de la JCE a quienes piden identificar causas y responsables de la suspensión de las elecciones, pero un artero manejo político y mediático desvió ese oleaje al ámbito político electoral.
El primero en reclamar que se investigue el motivo de esa interrupción fue el PLD, luego la oposición también pidió indagar, que es lo que también reclaman los millennials y toda la sociedad.
No se olvide que este países el más sólido referente de democracia, crecimiento económico, gobernanza, desarrollo social y estabilidad monetaria en la región, sitial que pretende ser afectado por un hecho grave pero fortuito.
El partido oficialista debería asimilar la lección y emprender un diálogo político y directo con esa juventud rebelde, que ignora quizás que la libertad de que hoy disfrutan ha sido el resultado del sacrificio y sangre vertida por varias generaciones y de una gestión de gobierno que ha fortalecido al Estado social de derechos.