A pesar de que ha llovido a cántaro, los aguaceros de los últimos días solo anegaron calles y avenidas en el Gran Santo Domingo, San Cristóbal, Peravia y otros municipios del litoral sur y del Cibao, sin sobrecargar embalses ni causar daños sobre el tendido eléctrico, por lo que puede decirse que tanta agua cayó esencialmente para beneficio de la agricultura.

Aunque se reportan daños menores a viviendas por los ventarrones y desbordamiento de algunos ríos, la estación de lluvias causada por el ingreso de humedad asociada a los efectos indirectos de la tormenta Eta, se recibe como bendición porque pone fin a dilatados estadios de sequía en algunas regiones.

El Comité de Operaciones de Presas informó que los niveles de embalses se mantienen por debajo del máximo, pese al diluvio que se desparramó sobre gran parte del territorio nacional, por lo que no ha habido necesidad de realizar desagües.

La mayor cantidad de lluvia ha caído sobre la franja costera desde Santo Domingo hasta Barahona y parte de Pedernales, pero no ha sido significativa en la cuenca del río Nizao, por lo que los embalses de Valdesia y Jigüey se mantienen debajo de su nivel máximo.

Lo mismo ha sucedido con las presas de Tavera, Bao, Sabana Yegua y Hatillo, que recibieron mucha agua pero no tanta como para sobrepasar sus límites. Ojalá que los reportes posteriores al actual periodo de lluvias no incluyan noticias sobre muertes, porque todo lo demás, el agua lo redime.