Opinión

AL DÍA

AL DÍA

Wall estuvo en el Matum
Guardó el recuerdo por cuarenta y cinco años. Canadiense, ejecutivo de un banco extranjero, William (Bill) Wall se hospedaba  junto a un compañero de trabajo en el Matum. Viajaron a Santiago por asuntos del banco y regresarían a Santo Domingo ese día. Era el 19 de diciembre de 1965.

 Aquí desde principios de los sesenta, Bill empezaba a conocer la realidad tropical, antillana y caribeña de la que ya no se despegaría. Y se mantuvo durante los cuatro meses de la revolución constitucionalista y guerra patria de abril.

 Del gobierno constitucionalista del coronel Francisco Alberto Caamaño obtuvo un salvoconducto para entrar a la zona y chequear que todo estuviese bien en su local bancario de la zona colonial.

 Conoció no sólo al Presidente sino a varios otros civiles y militares del movimiento del 24 de abril. Pero ejecutivo bancario, conocía también a mucha otra gente.

 Un poco después de las 10 de la mañana, a Bill y a su amigo los despertó el inconfundible ruido de disparos. Con el servicio militar cumplido en el ejército inglés, el canadiense estaba familiarizado con el sonido.

 Saltaron de las camas, se vistieron con prisa y salieron a averiguar. En un pasillo tropezaron con el capitán de navío Manuel Ramón Montes Arache, secretario de las Fuerzas Armadas del gobierno constitucionalista, y se enteraron. El Matum estaba  bajo ataque del “ejército regular”, sin importar que allí hubiera civiles como ellos, incluidos niños, mujeres y ancianos.

 También habría el vuelo rasante de varios AT-6 que no dispararon. Después supieron que las naves volaron a Santiago desde San Isidro con la orden de que los aviones fueran armados en la base aérea local, a lo que se negó el comandante.

 Como sabrían también que ese coronel perdería su carrera porque el secretario de las FFAA Enrique Pérez y Pérez, el comodoro Francisco Javier Rivera Caminero y el resto de los generales derrotados el 24 de Abril tramaron asesinar a Caamaño y al grupo de constitucionalistas que lo acompañó a una ceremonia religiosa en honor del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez.

 Bill, como cualquier combatiente de cualquier batalla, se comportó con una mezcla de miedo, serenidad y valor.

Parapetados en el Matum, ubicado en un alto, los constitucionalistas tuvieron dos muertos, el coronel Juan María Lora Fernández y el teniente Peña (“Peñita”), pero causaron a sus atacantes varias docenas.

 El ejecutivo bancario no cometió imprudencias pero se movió a lo largo y ancho del espacio físico del hotel, lo que le permitió una visión completa de lo que ocurría.

 El 5 de mayo, parte de la conmemoración de Abril de 1965, Bill Wall decidió compartir su recuerdo en una charla que ofreció en la Academia Dominicana de la Historia.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación