Reportajes

Alcohol vs. Jengibre

Alcohol  vs.  Jengibre

El año 2014 termina. Las costumbres y los modos de celebrar Navidad, el final del año y el advenimiento del tiempo nuevo, se han transformado, ampliado, deteriorado o modernizado.

Para muchos se mantiene la celebración religiosa, intimista y familiar, que implica la cena de fin de año en familia, el estreno de ropa nueva. Para otros, hay nuevas maneras de celebración.

Las costumbres cambian, para bien o para mal.

El tiempo de final del año pasa el amplio panorama de quienes celebran en la paz de la familia o el disfrute comunitario y quienes prefieren hacerlo consumiendo alcohol y amanecer el 1 de enero ahíto del acento etílico.

Hay gente que sigue los rituales establecidos: pintar las casas para que entre lo nuevo; hacer una limpieza profunda que se lleve cantidad de materiales, equipos, ropas sin uso, papeles (muchos papeles ya inservibles), para que entre con la limpieza, la luz del nuevo año.

Lo tradicional

Lo cultural, a pesar de cambios y bebentinas, en la tradición de fin de año, mantiene su fuerzas.

La gente sigue haciendo aguinaldos (asaltos musicales con villancicos en los que se brindan bebidas como el té de jengibre y chocolate y bocadillos como empanadas, arepas y galletas), costumbre que avivan sobre todo las parroquias católica.

 Mirando a fondo

Los rituales de Navidad y fin de año conforman un tejido de costumbres que han sobrepasado la prueba del tiempo.

Uno de ellos es el Belén o pesebre. Es la representación simbólica del nacimiento de Jesús mediante un conjunto de figuras que incluyen a la Virgen María, su madre, San José, el carpintero que es su padre, la criatura recién nacida y los animales del establo en que vino al mundo en Belén.

De los Belenes se ha creado una fuerte tradición que reivindican el arte y la artesanía mediante representaciones que se montan en todo el mundo cristiano. Actualmente se exhibe una muestra de belenes en porcelana con diversas tendencias artísticas en el Palacio de Bellas Artes.

Los “ausentes”

Otra de las tradiciones es la que representa la llegada al país de los los llamados “dominicanos ausentes”, terminología equívoca ya que ellos están muy presentes todo el año mediante sus envíos o remesas y su preocupación constante por sus familiares, aun estando en el exterior y especialmente en Estados Unidos y España.

Cima Sabor Navideño

Una estación radial musical, gracias al acierto de su director, Roberto Vargas, ha logrado insertarse en las celebraciones navideñas gracias a una estrategia que orienta su programación con la marca “Cima Sabor Navideño” basada en una selección musical de merengue, que acierta en el gusto de la gente.

Navidad Brillante

El parque Navidad Brillante es la más reciente modalidad de celebración urbana del periodo navideño y final de año, que se instala por segunda vez en el Parque Iberoamérica (antigua Plaza del Conservatorio), por parte del Ayuntamiento del Distrito Nacional y el respaldo de ocho grandes empresas líderes de sus áreas, creando un gratuito espacio de esparcimiento de temporada.

Su precedente fue el Parque de Luces que montó en tres oportunidades José Antonio Rodríguez, cuando no soñaba ser ministro de Cultura, con apoyo de la empresa Orange y que se instalaba en la cabecera del Parque Mirador del Sur.

El pasado año su montaje fue objetado por los residentes de las inmediaciones por la alteración de su entorno por la masiva presencia de gente que supondría, pero al parecer para esta versión no ha habido esa postura vecinal.

Milagro de Navidad

Otra expresión reciente de las fiestas es el montaje teatral que hace el Banco Popular Dominicano en el parqueo de su edificio más simbólico, la Torre Popular (de la esquina Máximo Gómez con Avenida Kennedy), en la que se monta un escenografía que sirve de espacio para que un elenco (integrado por empleados y empleadas del BP) represente el nacimiento del Niño Jesús.

Árbol Plaza España

Una de las novedades corporativas dedicadas a la familia es el árbol gigante que instala Coca-Cola en Plaza España, junto a un escenario que ofrece funciones temáticas de temporada. La empresa Bepensa prepara un programa de presentaciones y se extrema en el tamaño y decoración del motivo, generalmente de una escala impresionante.

Concierto de Navidad

Como para ratificar que no todo lo nuevo es malo, se tiene otra costumbre, ya con 23 entregas anuales, es el Concierto de Navidad que montan la Orquesta y el Coro de la Catedral, bajo la dirección del maestro José Delmonte, el apoyo del Arzobispado de Santo Domingo y el patrocinio del Banco de Reservas.

Este evento, que se monta los 25 de diciembre, concita mucha atención pública y ofrece la oportunidad de escuchar las mejores voces del canto lírico.

La festividad masiva

Diversas empresas líderes en su área (Brugal, Cervecería Nacional Dominicana, y canales de televisión (Telemicro), también han creado la costumbre de ofrecer fiestas en espacios abiertos y plazas, para recibir el nuevo año.

Estas fiestas son muy concurridas correspondiendo a esa necesidad moderna y juvenil de celebrar festivamente la llegada del nuevo año. Los espacios más usados son: Plaza España, Plaza de la Bandera, Malecón de Santo Domingo.

Charamicos

La necesidad de comercializar un producto que representanta al árbol de navidad nórdico y de países fríos, asociando a la nieve a una vegetación que no es propia de nuestro ambiente, provocó la versión del árbol navideño, uno sin sin hojas y con sus ramas pintadas de blanco.

De los charamicos se pasó a otra formulación de decoración navideña: las figuras realizadas artesanalmente utilizando fibra vegetal para representar la Virgen, San José, los ángeles, los animales del establo, carreterillas, el Niño Jesús y otras imágenes vinculadas al tema.

El puerco en puya

Una costumbre, odiada por los vegetarianos y por quienes defienden los animales, es el puerco «asao en su puya».

Este tipo de plato navideño se origina en el Cibao, y se constituye prácticamente en una necesidad, sobre todo en torno a la cena de Nochebuena, cuando proliferan por avenidas y negocios las ofertas de esta carne asada, altamente calórica y criticada por los dietistas y nutricionistas pero que es inevitable y seductora para el paladar popular ritual de la fecha. El cerdo se come acompañado de locrio o moro de guandules, ensalada de papas, (o rusa) que incluye típicamente trocitos de manzana, huevo y mayonesa.

Pasteles y moro

También se tiene el pavo relleno, que es originario de de San Juan y San José de Ocoa. Los pasteles en hojas son oriundos de San Pedro de Macorís y San Cristóbal.