Volar juntos, nunca atados
II
Aquí está el final de la leyenda que iniciamos el pasado jueves, si la quieren ver completa, solo tienen que entrar a la página de Facebook de Diosel González y allí la encontrarán, junto a otras bellas historias:
“… Los jóvenes se miraron nerviosos, pero seguros de poder lograrlo. Y corrieron a cumplir su misión. Ella hacia el norte, él hacia el sur.
Al tercer día, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes heridos y magullados esperaban con las redes que contenían sus respectivas aves.
Sáquenlas con cuidado- dijo el Viejo.
Eran verdaderamente hermosas, sin duda lo mejor de su estirpe. – ¿Volaban alto? – preguntó el brujo.
- Sí, sin duda. Como lo pediste. Dijo Toro Bravo – ¿Y ahora? – ¿Los mataremos y beberemos el honor de su sangre?…
- ¡Noooo! -dijo el viejo-.
- ¿Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne? -Propuso Nube Alta.
- ¡Nooooo! –Claro que no-. Harán lo que les digo: Tomen las aves y átenlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero, cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.
Cuando el águila y el halcón intentaron volar por su cuenta solo consiguieron revolcarse en el piso. Incapaces de volar, las aves empezaron a picotearse entre sí hasta lastimarse. – ¡Jamás olviden lo que han visto! ¡No les daré ningún hechizo!
Son ustedes como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no solo vivirán arrastrándose, sino que, además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno al otro.
Si quieren que el amor entre ustedes perdure… ¡Vuelen juntos, pero nunca atados!
Recuerda: El amor no reclama posesiones, sino que da libertad. Nunca por encima de ti, nunca por debajo de ti, siempre…. a tu lado.”
Cualquier nota o comentario estaría de más en “algo más que salud”.