Fiona, que no se porto como la de “Shrek” la famosa película animada que lleva cuatro secuelas, causó daños pasando como ciclón categoría 1, solo en el Seibo y La Altagracia.

En Puerto Rico se ensañó tan solo como Tormenta Tropical y ahora pasa con categoría 3, como la princesa que es, por las islas angloparlantes que no pusieron mucho caso ya que estaban pendientes del entierro de la Reina Madre Isabel II, que gracias a su deceso, Carlos encontró por fin trabajo a los 73 años y que los príncipes Guillermo y Enrique hicieron guardia y caminaron juntos detrás del féretro tal como lo hicieron con 12 y 15 años en el sepelio de su madre la princesa Diana, pero siguen enemiguitos.

Para savalguadar a la Cuba que vive momentos de aprietos, Fiona giró hacia el norte y si no se pierde en el Atlántico llegará con fuerza a la costa este de los Estados Unidos, quienes son los que le tienen el bloqueo a la pobrecita tierra de Martí, Maceo, Abel Santamaría y Fidel Alejandro Castro Ruz. Biden tendrá, aparte de Putin y Ucrania, una preocupación más.

Por cierto, que anduve por decimosexta ocasión en la patria de Camilo Cienfuegos, Ernesto Che Guevara, Ignacio Agramonte (“El Mayor”), y Dora Galego, encontrando la novedad de que ya no existe el CUC, que hay tiendas abiertas, con un transporte más profuso y que ciertamente no se están muriendo de hambre. Pero eso lo describo en detalle en una página entera en el suplemento “La Semana”, de este periódico, el próximo domingo.

A pesar de los “buchitos” de Yeni Berenice, mi compueblana, no hay presos por el caso Odebrecht, los de Medusa están en sus casos en arresto domiciliario y tengan la seguridad de que no volverán a la cárcel, lo de Yuniol Ramírez y la OMSA terminó como un cuento de hadas y solo “Yanalan” esta pasando cosas que son “algo más que salud”.