(I)
En esta solemnidad que nos embarga tras el fallecimiento del respetado periodista don Álvaro Arvelo (Alvarito), reproducimos este escrito (de mi autoría), originalmente publicado en 2016 por el periódico Acento, como un sentido homenaje en su memoria.
Siempre llegaba puntual, sin importar las inclemencias del tiempo, para ofrecer las noticias del día. «Y…y…y… amanecemos hoy con…», así iniciaba el resumen de actualidad.
Para transitar de una noticia a otra, solía preguntar: «¿Qué más, qué más?» Y con un tono enérgico y cautivador, advertía o daba notoriedad a temas apremiantes: «¡Cuidadito, compai gallo!» o «¡Llevátelo Cundo!».
Aunque no compartí el ejercicio periodístico con él durante mi llegada a El Caribe, sus anécdotas resonaban en cada rincón de la redacción. El periodista Abraham Montero relataba sus proezas como investigador agudo, siempre acompañado de su inseparable lápiz y libreta. Esto resultaba peculiar, dado que la mayoría de los reporteros preferimos utilizar grabadoras y bolígrafos.
Don Álvaro Arvelo Hijo, “Alvarito”, forjó una destacada trayectoria como periodista de prensa escrita. No obstante, fue a través del programa radial «El Gobierno de la Mañana» donde alcanzó su apogeo, gracias a su vasto conocimiento de cultura general y su estilo controvertido impregnado del sabor popular.
Su dominio de la geopolítica, la historia local y su prodigiosa memoria, capaz de improvisar discusiones sobre cualquier personalidad dominicana o evento político internacional, lo destacaron de manera natural.
Con un verbo apasionado, se autodenominaba la «universidad del aire», la «enciclopedia humana», y «Álvaro Arvelo, tu amigo que nunca te ha engañado».
Estos calificativos eran parte de la genialidad comunicativa de este audaz orador, quien tenía la valentía o indiferencia de calificar a sus oyentes más inoportunos como «pelafustanes», «ignorantes», «envidiosos apandillados» o «partidas de mediocres».
Las generaciones más jóvenes lo recuerdan por su participación en el programa «El Gobierno de la Mañana» de la Z101 y su columna «Cápsula» en el periódico «El Nacional», pero su trayectoria en los medios de comunicación se remonta a antes de cumplir los 20 años.
Por: Roberto Valenzuela