Semana

Ana Made, nombre propio

Ana Made, nombre propio

La comunidad dominicana es culturalmente una de las más activas en Estados Unidos de los últimos años, debido a una sostenida emigración y en especial, a la de la ciudad de Nueva York, ¿hasta dónde eso es significativo para mantener lazos profundos con la cultura de su país? He aquí una muestra: Ana Made.

Autora de dos libros de poesías, Inventé busca blancas flores (2017) y Melodías para Hipnos (2018) y uno de literatura infantil, Cuentos de mi tierra (2015).

En el mismo orden, Ana Made se nos presenta como una revelación para sí misma en el encuentro con la palabra poética de gran sensibilidad, en el variado matorral que es el cultivo de la poesía. Madurez de cuerpo y de alma para la sensibilidad en su nuevo libro de poesías, Melodías para Hipnos.

La poesía de Ana Made es un reencuentro con la mujer, su yo, en breves poemas que obedecen a una actitud hacia la palabra en su brevedad concentrada. Este nuevo libro revela un crecimiento inusitado.

“El agua no acaricia/a la piedra, dos veces”, pero la poesía bien lograda, sí.

En la mitología griega, Hipnos significa: Personificación del sueño. Es hijo de la Noche y de Érebo (nombre de las tinieblas o sombras). Hipnos se presenta como un ser alado, que recorre velozmente la tierra y el mar y aletarga a los demás seres.

Estos poemas han sido escritos bajo el amparo de esa analogía, recorriendo un mundo exterior e interior, bajo el asombro del vivir. Cada poema breve de este libro es un Hipnos personificado. Una pequeña hoguera intima que es como la autora empieza a entender la poesía en su ser.

“¿Qué huesos consultas?/Si ella quiere escapar. /La realidad es una /moneda a pagar.”

Podría decirse que Ana Made encontró en la poesía un puente por donde transita el vivir como drama. Nadie sabía, de su voz singular, pues para haber literatura en una voz debe de haber voces, un lenguaje, un tono. Ana Made lo posee en este último libro, al igual que el primero de poesía.

Es una de las más jóvenes en la literatura cultivada en ese gran país bajo el asedio del tiempo, como todos. El hecho de no dar rienda suelta a su “sentir”, desbordando solo las orillas del interior, la de la realidad, la de la fantasía, da una razón para detenerse a leérsela con cuidado, por la poesía.

La brevedad de sus poemas nos dice como la poesía llega a su mirada, a su ser de mujer consciente de sus roles ante la sociedad en que vive, que aún bajo el asedio de toda una vida en ese país, insertada productivamente, tiene tiempo, para alzar la voz interior, primero para sí misma, segundo para su lengua y tercero, para elevar la calidad del hacer poético, con poemas que dicen mucho sin el torrente abismal de palabras que son frecuentes del que se inicia en un arte como la poesía. En poemas breves y certeros, da la seguridad de que se le puede dar seguimiento en su entusiasmo del vivir trascendente, que es el escribir poesía.

En este nuevo libro, Melodías para Hipnos, Ana Made, ha encontrado en imágenes apretadas el ritmo interno de su ser, el de ser mujer.

Asegurando, que en la medida que se comprenda así misma en su devenir florecerán dentro de ella poemas para ser disfrutado lúdicamente. “Desafío a la locura. /Cuando me atrape, escapar, /como el agua en las manos de quien más me pudo amar.”

Se diría que esta poeta hizo presencia, llegó, está ahí llegando… pero para acercársele hay que ahondar, encontrar chispas creadoras, la poeta dormida que está en vía de despertar.

“Enséñame a leer el latido de tu corazón, /que tu abrazo sea como la piel del árbol.”

Melodías para Hipnos es una fiesta, donde la mejor danza es la de la lectura sosegada, intima, como todo buen poema que busca su complicidad con el lector en pausa del llamado a fuego.

“Como si al cerrar los ojo/dijeras, debes dejar ir lo absurdo.” De Melodías para Hipnos.

El autor es abogado y escritor.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación