Durante la presentación de Bocelli, el flautista Andrea Grimnelli se lució con su participación.
El Estadio Olímpico Félix Sánchez se iluminó el pasado sábado con la magia de la voz del tenor italiano Andrea Bocelli, un concierto con una selección exquisita de temas que cautivaron al público desde el primer momento.
La majestuosa Orquesta Filarmónica, bajo la batuta del aclamado maestro Carlos Bernina, acompañó al afamado cantante en la celebración de su 30 aniversario de carrera.
Desde los primeros compases, el público fue transportado a un mundo de emociones y melodías inolvidables.
La velada musical inició a las 9:00 de la noche con Farandole y La donna è mobile, pasando por la emotividad de La mia letizia infondere y la pasión de Me llaman la primorosa, demostrando una vez más por qué es considerado uno de los más grandes tenores de todos los tiempos.
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La soprano María Almeida fue parte de la primera fase de este concierto interpretando a solas Me llaman la Primorosa y Pour Mon Amé, para después compartir escenario con Bocelli en una presentación que acogió la emoción del público y donde unieron voces con Tace Il Labbro.
En diferentes momentos del evento el público disfrutó de la magistral interpretación de flautista Andrea Griminelli.
Czardas, “O soave fanciulla y Brindisi concluyó esta primera parte de la presentación de Bocelli, cautivando a la audiencia con su armonía y destreza vocal. Luego de una pausa de 20 minutos y para dar inicio a la segunda parte de este gran concierto, fue la oportunidad de la Orquesta Filarmónica y el maestro Bernina lucirse en solitario con un “Medley”, de Leonard Bernstein.
El tenor regresó al escenario con una chaqueta dorada, el último cambio de la noche, anteriormente había usado dos chaquetas negra y azul.
En este segundo tiempo, un repertorio de melodías tan nostálgicas como Funiculì, Funiculà, pasando por Amapola , hasta la apasionada Granada.
Bocelli también compartió con la artista pop Guest Carolina Rial, quien primero interpretó varia canciones en inglés e italiano para después unir su voz en Vivo por Lei, tema que popularizó junto a Martha Sánchez en su versión en españo Vivo por ella.
El concierto llegó a su clímax con Amapola y Bésame mucho, de los pocos temas que cantó en español, y Canto della Terra, dejando al público extasiado y emocionado por la experiencia única.
Sin lugar a dudas, el momento más emocionante de la noche fue cuandco Bocelli presentó la participación “un artista muy querido en mi corazón”, refiriéndose a su hijo Matteo Bocelli, quien se le unió en escena con el Fall On Me.
Con su voz poderosa y su entrega apasionada, Andrea Bocelli conquistó una vez más los corazones de todos los presentes, dejando una huella imborrable en la historia de la música.
Cabe destacar la impecable dirección del maestro Carlo Bernini, que con su batuta logró fusionar magistralmente la potencia y la delicadeza de la orquesta, creando un acompañamiento perfecto para la voz incomparable de Bocelli. Cada movimiento de su batuta parecía dar vida a la música de una manera única y emotiva.
El concierto concluyó con una explosión de aplausos y vítores de parte del público, que se puso de pies para despedir a Bocelli en esta noche mágica, que estuvo bajo la producción SD Concert, de empresario artístico Saymond Díaz.
Bailarines
Hay que destacar el excelente desempeño de los bailarines Desi Jévon y Vanessa Nichole.
