Santo Domingo.- La adolescencia es una etapa de la vida, llena de cambios emocionales, físicos y sociales.

Esto aunado a una fuerte presión académica por las altas exigencias escolares, problemas familiares, como conflictos o falta de comunicación; dificultades sociales, incluyendo el miedo al rechazo y el acoso, el impacto de las redes sociales en la autoestima y la validación externa, y cambios hormonales y cerebrales que afectan la regulación emocional, pueden provocar en ellos ansiedad.

La psicóloga clínica, especialista en Modificación Conductual y Diagnóstico del Neurodesarrollo, Elainne Nicole Rodríguez, revela que, según un estudio, en los últimos años, la ansiedad en adolescentes ha aumentado considerablemente.

“Se estima que el 10 y el 20% de los adolescentes experimentan problemas mentales, sin embargo, estos siguen sin ser diagnosticados ni tratados de forma integral”.

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Durante una conversación con Qué Pasa! agregó que según la OMS, una de cada ocho personas en el mundo padecía un trastorno mental en 2019, siendo la ansiedad y la depresión los más comunes.

“En República Dominicana, el 20% de la población tiene algún trastorno mental, y la ansiedad es de los más frecuentes”.

Los principales síntomas de la ansiedad en adolescentes son: palpitaciones, sensación de ahogo, cambios en la ingesta de alimentos, molestias estomacales, nerviosismo, inquietud, agitación, tensión muscular, cansancio, fatiga, preocupación excesiva, miedo, sensación de angustia, dificultad para tomar decisiones, problemas de sueño, cambios de ánimo, conductas de evitación, huida, aparición de conductas extrañas y riesgo o consumo de sustancias”.

Aunque muchos ven la ansiedad como algo de poca importancia, la realidad es que se le debe prestar atención, pues es un sentimiento de miedo, temor e inquietud, que según la especialista pueden presentarse por lo general con síntomas físicos: palpitaciones, sudoración, mareos y problemas digestivos.

Síntomas emocionales: irritabilidad, preocupación excesiva y sensación de peligro, y cambios conductuales, como aislamiento, insomnio y bajo rendimiento escolar.

Destacó que “aproximadamente el 23% de las personas que buscan atención en salud mental en el sector público lo hacen por ansiedad o crisis nerviosa, aunque aún falta mucho en nuestro país por desarrollar en materia de salud mental, ya que nuestros hospitales carecen de recursos y de información de estas patologías y sus manifestaciones físicas”.

Ayuda

La ansiedad puede afectar significativamente el bienestar de los adolescentes, por lo que con el apoyo adecuado pueden aprender a gestionar sus síntomas.

“Durante una crisis de ansiedad, es clave ofrecer apoyo, tranquilidad y tener asistencia de forma regular con su psicólogo de cabecera y de ser necesario apoyo de parte de un médico psiquiatra infanto-juvenil”, sostuvo Rodríguez.

Asimismo, la psicóloga resaltó estrategias para desactivar un episodio de ataque de ansiedad.

Entre estas, mencionó: guiar la respiración profunda para reducir la activación nerviosa, enfocarse en el presente con la técnica sensorial 5-4-3-2-1, y validar sus emociones, evitando minimizar su malestar.