Un espacio digno de replicar es la Plaza de la Cultura Cándido Bidó, en Monseñor Nouel.
La firma de un convenio para desarrollar intervenciones culturales y artísticas en el país debe pasar de la teoría a los hechos.
Ejemplos de “acuerdos” que solo han servido como mecanismos de relaciones públicas para inflar los egos de los firmantes han hecho derramar mucha tinta en los medios de comunicación, las cuales se han diluido con el paso del tiempo.
Desde la fundación de la República la cultura ha sido la cenicienta de las políticas gubernamentales. Nada serio se ha logrado. Nada que importantice a los gestores culturales y a los comunitarios de las zonas “intervenidas”.
La intervención de un espacio público va más allá de colocar un mural, un busto, una estatua, presentar un evento (música, poesía, teatro). Debe ser un canal de oportunidades, un medio de desarrollo, donde exista una simbiosis entre el espacio y los comunitarios que los comprometa a la preservación del proyecto y a ser agentes activos de sus comunidades.
Este preámbulo viene a propósito del anuncio hecho el martes por el Ministerio de Cultura, la Dirección General de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia de la República (Propeep) y el programa Arte Público Dominicano, sobre la firma de un convenio marco interinstitucional con el objetivo de colaborar y gestionar de manera conjunta proyectos de intervención cultural y artística en comunidades urbanas del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
El acuerdo rubricado por la ministra de Cultura, Milagros Germán; el director general de Propeep, Roberto Ángel Salcedo, y el coordinador del programa de Arte Público Dominicano, Bartolomé Pujals Suárez, debe ampliar su abanico de operación. Pero por algo se empieza.
Los funcionarios acordaron identificar las comunidades urbanas destinatarias de los proyectos, las prestaciones culturales y artísticas vinculadas, así como los presupuestos correspondientes.
En el acto, Germán, una mujer de la televisión, manifestó que el arte público tiene una demostrada labor social, que consiste en frenar la violencia, al tiempo de asegurar que a través de su lenguaje y sus expresiones, el arte público forma, educa y produce mejores ciudadanos, así como también fortalece la economía naranja.
El convenio establece que el Ministerio de Cultura se compromete a fiscalizar la correcta ejecución de los proyectos, al tiempo que velará para que sean ejecutados conforme a la política cultural dominicana.
De igual modo participará en la evaluación del impacto generado en las comunidades, y aportará los equipos y conocimientos necesarios para una adecuada conceptualización de la intervención, planificación, ejecución y posterior evaluación de los proyectos.
En tanto que, Salcedo, también hombre de la televisión, el cine y el teatro, destacó la importancia que reviste la firma del acuerdo, debido a que es una muestra de cómo las políticas públicas van evolucionando en materia cultural.
Se comprometió a que la institución que dirige propondrá las comunidades urbanas a ser beneficiadas, asignar las partidas presupuestarias correspondientes para el financiamiento de los proyectos, ofrecer apoyo logístico y asistencia operativa, así como coordinar y gestionar, junto al fideicomiso de Arte Público, la conducción técnica de los proyectos a desarrollar.
De su lado, Bartolomé Pujals explicó que la institución bajo su dirección tendrá la responsabilidad de conceptualizar el contenido de los proyectos y disponer del personal técnico de su Oficina Coordinadora General para la gestión y ejecución de estos, así como para la evaluación de los resultados e impacto obtenido, entre otras atribuciones.
Los tres se comprometieron a designar una comisión para la coordinación y garantía de ejecución de las obligaciones establecidas en este convenio.
Dicha comisión estará integrada por un representante de Propeep, designado por su director; un representante del Ministerio de Cultura, designado por su ministra, y otro representante nombrado por el coordinador general del programa Arte Público Dominicano.
Es necesario tomar en cuenta que sin la vinculación de los agentes intervenidos, sin el sentido de corresponsabilidad de los comunitarios, la preservación de los espacios es incierta. Ese es otro acuerdo a firmar.
Decreto
El decreto 205-21, emitido por el Poder Ejecutivo creó el programa “Arte Público Dominicano”, que consiste en un proyecto de política social e innovación sociocultural mediante el cual se propondrá la intervención de sectores urbanos en el territorio nacional a través del arte público, urbano y popular.
