A propósito del filicidio
Hace unos días observé a una señora corregir de forma muy hostil a un niño de unos seis años, muy triste se alejó de ella y se sentó en un banco de hierro de la terminal de autobús donde me hallaba; luego se recostó del hombro de su hermanita y esta lo tomó del cuello y lo golpeó contra el espaldar del asiento.