Opinión

Banquete de aspirantes

Banquete  de aspirantes

Los conflictos internos devenidos en muertes lamentables y desorden anuncian, acaso, el final de una etapa venturosa en el Partido de la Liberación Dominicana, PLD. Fuera de control, la selección de candidatos entre los herederos de Bosch representa ya una seria amenaza a la mística disciplina en la que fundamentó su crecimiento, su mayor fortaleza durante más de cuatro décadas. “De aquellos vientos vienen estos lodos”.

Conservador, se empecina en mantener el control del Congreso y los ayuntamientos, amén de pactos y arreglos que maniobran frente a fuerzas que presionan desde adentro y desde afuera para ganar un legítimo espacio. Ello conspira contra la gobernabilidad, el equilibrio democrático y un necesario proceso de cambio o alternabilidad, vital para el sostenimiento y desarrollo de toda sociedad. ¿Criatura resultado de la soterrado pugna Danilo-Leonel? .

Ir en contra de los preceptos en que se fundamentó, es una apuesta riesgosa que ha ido cobrando fuerza en el PLD hasta degenerar en violencia, adicción al clientelismo y, lo que es peor, en un trato olímpico a lo que representan los poderes del Estado. La repartición de candidaturas entre esposas y familiares de altos dirigentes de la cúpula es, para decirlo de alguna forma, un banquete de cargos estables y bien remunerados, aquelarre en extremo dañino para el partido oficial. Lo que viene a ser una competencia desigual y abusiva frente a opositores que corren por esas posiciones.

Nos referimos a profusas y costosas campañas promocionales y publicitarías que ya saturan calles, callejones y barrio de la Capital. Un chusco comentaba el otro día que este fenómeno reclama la identificación de los funcionarios, manejadores de grandes recursos, “afectados” incluso por el despilfarro manifiesto en esos afanes prematuros de un proselitismo tan caro como insulso, basado en detalles cosméticos que el dinero abundante facilita. ¿En qué les afecta, a estos funcionarios, que sus esposas o cercanas sean candidatas a diputadas o regidoras? Simple: estos gastos exagerados crean suspicacia y el interés de la gente por conocer su origen, lo cual los expone al escarnio.

Estamos ante una forma de nepotismo que atenta contra la institucionalidad, así como también pervierte el orden y el respeto partidista. Estos vientos también pueden provocar situaciones y resultados indeseables, para el propio PLD, para los demás partidos y, no cabe duda, para el resto del país. No contribuyen al clima de respeto que demanda toda competencia, y el manejo de fondos públicos.

El Nacional

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