Los senadores hablan de todo, menos del infame barrilito de que disfrutan para supuestas obras de caridad. Se las traen. ¿Verdad?
Si el coronavirus ha sido un imprevisto que el barril de petróleo llegue a costar un centavo por barril, al menos el de Texas, es más extraño. ¿De acuerdo?
En un país donde se ve de todo no extraña que tiendas falsas estafen en la web con ventas de productos contra el coronavirus. ¿O no?
Los dominicanos en Nueva York no quieren venir por la cuarentena, pero aquí la gente coge su yola para Puerto Rico como si nada. ¿Se entiende?
Dice el Comité de los Derechos Humanos que la mitad de los 26 mil presos pudiera estar en libertad. Como posibilidad no se discute. ¿O sí?
El Gobierno vigilará para que no haya más aumentos de precios por el coronavirus. Porque de que han subido, han subido. Y mucho.
Quique Antún dice que el país debe prepararse para un tsunami económico. Si la cosa es tan tenebrosa debe comenzar a soltar prendas.
El expresidente Leonel Fernández dijo que quería aprender a freír huevos. Se supone que a estas alturas debe ser un experto.