En la localidad San Gregorio de Nigua las ruinas del Ingenio de Boca de Nigua son la estructura que tiene el mejor estado de conservación, a pesar del descuido y abandono en que se encuentra gracias a los trabajos de remodelación a que fue sometido en el periodo 1974-1978 del gobierno de los 12 años de Joaquín Balaguer.
Las del ingenio Boca de Nigua son las ruinas mejor conservadas, mejor diseñadas y mejor levantadas de todas las edificaciones de este tipo en la isla de La Española, por lo que se convierten en un lugar ideal para visitar en la provincia San Cristóbal y aprender cómo se elaboraba el azúcar a través de la planta de la caña en la era de la colonia española.
Por su edificación principal se puede decir que este ingenio es el más completo conjunto de estructuras arquitectónicas dedicadas al procesamiento de la caña para la fabricación de azúcar, construida por colonos españoles a mediado del siglo XVII en la localidad de San Gregorio de Nigua, en San Cristóbal.
Las ruinas del ingenio están formadas por varias edificaciones construidas en mampostería de ladrillo y piedra. Dentro de estas estructuras se encuentra el edificio de dos pisos, el cual tiene en su planta baja un techo en forma de bóveda, de seguro aquí estaban los hornos.
Mientras que en el segundo piso, por lo que se observa, estaba la casa de calderas donde se instalaban los calderos o baldes para cocinar el jugo o guarapo de caña.
En el patio hay un área de forma poligonal en la que según los historiadores estaban el trapiche que era movido por caballos o bueyes. Las estructuras restantes eran el depósito de los almacenes de azúcar entre otros.
Ubicado en el municipio San Gregorio de Nigua, provincia San Cristóbal, en la margen occidental del río Nigua, aproximadamente a un kilómetro de su desembocadura en el mar Caribe y también algo más o menos de un kilómetro del ingenio Diego Caballero. Esta edificación fue construida a mitad del siglo XVII, reconstruida en el siglo XVIII y restaurada en 1979.
Aunque fue declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, dentro del proyecto “Los primeros ingenios coloniales azucareros de América” en el año 2005, el Ingenio de Boca de Nigua está simplemente limpio, donde entran vacas y chivos a comer y es vigilado algunas veces.
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Los colores de estas ruinas tienen una degradación de monocromáticos del ladrillo y la tierra, rodeados de un impresionante verdor a cientos de metros del mar Caribe y a escasos kilómetros de Santo Domingo.
El lugar es ideal para un turismo integrar local, ecológico e histórico.
A pesar de que las autoridades han olvidado la declaración de la Unesco y no han propiciado mejoría en las vías de acceso, en las estructuras, en la seguridad, y menos aún en la promoción de estos monumentos coloniales, estos se resisten a desaparecer y piden ser convertido en centro turísticos para que uno de los episodios más oscuro de la historia dominicana, el de la esclavitud, no sea olvidado.
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Las ruinas de los ingenios de Palavé, Engombe, Diego Caballero y Boca de Nigua, deben pasar a ser parte del Ministerio de Turismo, y deben ser intervenidos definitivamente ya.
Rebelión
En este ingenio se registró la rebelión negra de Boca de Nigua el 30 de octubre de 1796, cuando alrededor de 200 africanos esclavizados se sublevaron contra los colonos, hecho que constituyó la revuelta más importante en la Española, no solo por su dimensión de grito de libertad, sino también por el contenido de su propuesta sobre la abolición de la esclavitud y la instauración de un gobierno popular.
