POR: Juan Carlos García
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Todo sobre las pirámides bajo el mar: se trata de las enormes estructuras de Yonaguni, bajo las aguas de la isla japonesa del mismo nombre, descubiertas en 1985 por el submarinista japonés Kihachiró Aratake. Se especula que el conjunto fue parte de la civilización de Mu cuya suerte habría sido similar a la de la Atlántida, destruida por un terremoto, hace 10 mil años, esto es, 7 mil años antes que la construcción de las pirámides de Egipto.
El origen de las edificaciones de Yonaguni es anterior al final de la era glacial, hay unas 12 edificaciones detectadas, dos de las construcciones son pirámides, que podrían ser mayores que la de Keops, en Egipto. Esto prueba que la historia de la civilización debe reinscribirse, ya que al menos 5 conjuntos más podrían estar dispersos en aguas de Japón, todos denotando un alto nivel de organización.
Ciertas voces sugieren que los océanos del mundo tal vez esconden docenas de ciudades devoradas por terremotos, con unas 10 mil y 20 mil años de antigüedad. Obras colosales que ni sospechamos que existieron, con siglos de desarrollo a todos los niveles. Hay indicios que en aquellos tiempos remotos el planeta experimentó un ciclo de furiosos terremotos y erupciones devastadoras, que algunos asocian con el paso de Nibiru, la estrella hermana del Sol, pero es sólo especulación pura.
El punto es que la humanidad de la más lejana antigüedad habría sido muy brillante, de modo que lo que entendemos por la historia sería sólo un capítulo más de los muchos episodios previos de gran desarrollo humano, perdidos para siempre en la noche del olvido, los cuales habrían gozado de un esplendor que ni sospechamos.