El sociólogo Amín Pérez, profesor universitario en Francia y Estados Unidos, considera que hubo “desnacionalización” en República Dominicana en 2013 con la aplicación de la Ley Nacional de Naturalización y desde el punto de la política de Estado se actuó de manera “racista”.
“El Gobierno se ha servido de la base legal para impulsar su política represiva jurídica, alegando soberanía porque lo hizo sobre la base legal migratoria”, expresó en visita a El Nacional, donde hizo un recuento de la problemática de la inmigración desde el punto de vista sicológico.
Dijo que el racismo es una manera de uno distinguir de manera hostil a una población y la Ley de Naturalización aquí se hizo de manera muy violenta “y coartó a una ciudadanía sus derechos cívicos”.
“El Plan Nacional de Regularización es un error para corregir la sentencia 168-13 y después la Ley 169-14, porque plantean darle nacionalidad a los que ya sí tenían sus papales legalmente”, expresó.
Agregó que “no se entiende qué sentido tiene naturalizar a alguien que es nacional. Ya de por sí es una contracción que está fuera de la norma, porque está creando otro grupo de ciudadanos con categoría de dominicano”.
Dijo que se trata de un dominicano que se le obliga a someterse a un proceso de naturalización y “eso es un error que quiere corregir otro, lo que tiene un impacto en la vida cotidiana de la gente”.
Recordó que en Francia se trató de aplicar esa categoría, pero desistieron de aplicarla, en referencia a los ciudadanos de Argelia y África del Norte.
El sociólogo Pérez valoró que con la aplicación de la Ley 169-14 el Gobierno actuó con racismo, porque perjudicaron a muchos ciudadanos dominicanos de origen haitiano, como también se actuó con esclavitud en los braceros haitianos que trabajaron en los ingenios cortando caña en las décadas de los años 60 y 70.
“Se trataron en condiciones infrahumanas y los peores pagados en el país”, sostuvo el profesor universitario, quien estuvo acompañado de Mijail Peralta, oficial de comunicaciones del Centro para la Observación Migratoria y el Desarrollo Social en el Caribe (OBMICA).
El impacto en los braceros fue tal que los trajeron para los campos de cañas para la inmovilidad laboral y se crearon los bateyes y guardias campestre para vigilar que esas personas no se movilizaran a otros lugares y no buscaran fuentes de empleos mejor pagadas.
Política social
El sociólogo y profesor universitario de universidades de Francia y Estados Unidos, Amín Pérez, recomendó al Gobierno revisar la política social y económica para corregir el desarraigo de los inmigrantes, por las dificultades económicas en el que se desenvuelven.
Amín, profesor de la universidad de Princeton y de la Sorbona de París, entiende que para mejorar las condiciones de vida de miseria de los inmigrantes en República Dominicana, debe producirse un cambio social, económico y político, mejorando las condiciones de vida, creando más empleos, mejorarles sus condiciones salariales.
“También hay que dejar de acusar a los pobres de su pobreza, porque son sus condiciones sociales y económicas que llevan a estas personas a su situación”, expresó Pérez en visita a la redacción de El Nacional, quien es hijo del destacado escritor, periodista y político, Raúl Pérez Peña.
Reconoció que toda inmigración es familiar, donde también con el tiempo traen a su nuevo modus vivendi a su esposa e hijos.
Consideró que hay que romper con los informes indicadores de pobreza, que al describir el tema solo critica el fenómeno socioeconómico, pero no plantean soluciones ni recomiendan atacar las causas de esa pobreza. El sociólogo, investigador y editor, hace poco presentó la edición de la obra “El Desarraigo. La violencia del capitalismo en una sociedad rural”, de Pierre Bourdieu y Sayad. Pérez cree que hay que atacar la raíz del problema migratorio, no ponerle un parche.
El dato
Universidades
Amín Pérez dijo que en República Dominicana ninguna universidad incluye en su pénsum, ni siquiera la más prestigiosa como lo es la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), las migraciones en la sociología. Dijo que tiene informaciones que es a partir de agosto próximo cuando se impartirá una maestría en la UASD, pero “es sorprendente que no se les asigne a un fenómeno tan presente el valor para enseñar.
Afirmó que el fenómeno migratorio es importante porque te orienta más allá de su idiosincrasia, porque además permite conocer más las políticas migratorias del Estado. “Porque empuja al Estado a pensar más de su forma habitual, porque hay una diferencia de la forma de tratar a los nacionales y a los extranjeros, lo marca al ciudadano sicológicamente”, indicó.
Sostuvo que es una manera de estudiar el problema sicosocial y el desarrollo económico-social de los ciudadanos que se desplazan de una nación a otras y los males. Sostuvo que la migración es una forma de un ser humano querer ascender económicamente, porque cuando se desplaza es buscando mejorar sus condiciones de vida.
Considera positivo que se incluyan maestrías en las universidades por el impacto a favor de las migraciones, porque conocer mediante el estudio el problema, lo que está en juego, es la mejor manera de crear las condiciones de mejorar sus condiciones de vida y que el gobierno cambie su política social hacia esas personas.