Hola Manuel:
Lamento enormemente los problemas que te ha causado la publicación de tu carta a propósito de mi renuncia del Partido Revolucionario Moderno.
Lo siento de veras. Sin embargo, hay cosas que deben ser dichas aunque duelan, aunque molesten, aunque produzcan escozor en la epidermis de muchos.
No olvides que si los perros ladran, es porque avanzamos… Ya lo dijo Cervantes en el Quijote.
En lo que a mí respecta, me tiene sin cuidado lo que diga éste o aquél. Solo digo lo que pienso aunque me perjudique. Hipólito Mejía suele decir que soy “un libre pensador”. Y es verdad. Soy “un libre pensador” para lo bueno y para lo malo, para lo que guste o disguste. Ya sabes, no le pongo precio a mis ideas. No hablo, ni escribo por encargo.
Por lo que me cuentan, tu carta corroborando mis críticas al PRM y profundizándolas, no cayó bien. Fuiste objeto de muchas opiniones adversas, lo cual veo como parte del juego democrático de las ideas. Lo que no comprenden algunos es que mi objetivo –y el tuyo- no es hacer daño, ni dividir; todo lo contrario, es producir reflexiones que conduzcan a la unidad orgánica sobre la base de los principios políticos e ideológicos que lo sustentan.
Creo que al Partido Revolucionario Moderno le hace falta una sacudida, y mientras más temprano, mejor. Construir un partido requiere de hombres y mujeres dispuestos a jugarse el todo por el todo en momentos cruciales como los actuales, en los que está en juego, no sólo es el poder, sino el país.
Habría que preguntarse ¿para qué se fundó el PRM, cuál es su propósito, qué busca en el escenario político nacional? Definidos esos elementos, actuar acorde con los mismos. ¿Se fundó el PRM para diferenciarlo del PRD, el PLD, el PRSC y demás partidos del sistema o para ser parte de ese tinglado mafioso y corrupto de la política?.
Como todo partido, el PRM busca el poder. Pero, ¿para qué? Para hacer lo que hizo el PRD cuando estuvo en el gobierno, para seguir los pasos del PLD o por el contrario para establecer un régimen de libertad y justicia social que favorezca principalmente a las grandes mayorías? ¿Es el PRM un partido marxista? No, claro que no. Pero debe ser un partido liberal, democrático, inclinado más hacia la izquierda de este siglo que hacia la derecha del siglo pasado.
Siento, mi querido Manuel, que las ideas no están claramente definidas en el PRM. Todavía hay caminos que recorrer. Un partido “revolucionario” y “moderno” no se construye de la noche a la mañana, sobretodo cuando proviene de un partido atrofiado, lleno de vicios, agotado históricamente como el PRD.