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Candidato presidencial

Candidato presidencial

Ángel Puello

En política, como en la vida, nada es casualidad. Los grandes liderazgos no surgen de la noche a la mañana, ni se sostienen únicamente con carisma improvisado. Detrás de cada candidato que llega a la cima hay una construcción cuidadosa, estratégica y disciplinada. En tiempos donde los partidos tradicionales ya no garantizan respaldo automático, surge una pregunta inevitable: ¿cómo se crea un candidato presidenciable desde cero?

El primer paso es reconocer que la política contemporánea no se trata solo de discursos y promesas, sino de percepción, narrativa y conexión emocional. El electorado busca en un candidato no solo soluciones técnicas, sino un símbolo que encarne esperanza. Por eso, la creación de un presidenciable comienza con una historia: una biografía auténtica, contada de manera tal que represente los anhelos y frustraciones de la gente.

Los ejemplos internacionales son claros. Hubo un comediante que, sin experiencia política, llegó a la presidencia de su país gracias a una narrativa que conectaba con el cansancio ciudadano frente a los políticos tradicionales. En otra nación, un empresario consolidó su camino a la presidencia presentándose como el outsider que iba a manejar el Estado con la eficiencia de una compañía privada. En América Latina también hubo un líder sindical que, tras décadas de lucha social, se transformó en el candidato del pueblo y terminó ocupando la primera magistratura. Todos ellos tuvieron en común una narrativa poderosa que trascendía sus orígenes.

Una vez definida la historia, el siguiente paso es construir la imagen. Esto no significa artificio, sino coherencia. La ropa que viste, el tono de voz, los gestos, los colores de campaña y hasta el eslogan deben reforzar la idea central de su candidatura. Un presidenciable no puede enviar mensajes contradictorios; debe ser una marca sólida, reconocible y consistente en todos los escenarios.

Después llega la etapa de posicionamiento mediático. Un candidato que nace desde cero no puede aspirar a competir únicamente con mítines y visitas a barrios. Necesita dominar el ecosistema digital, convertirse en tendencia, estar presente en el debate público, y hacer de cada entrevista o publicación un punto de conexión con la ciudadanía. Las campañas modernas son una combinación de campo y redes sociales: la calle crea cercanía, lo digital amplifica.

Otro factor clave es el equipo. Ningún presidenciable se construye solo. Requiere estrategas, comunicadores, movilizadores, creativos y especialistas en análisis de datos. Cada miembro del equipo cumple un rol vital en la construcción de un liderazgo que inspire y convenza. Lo que convierte a un candidato en presidenciable es la capacidad de encarnar un cambio real.

Por: Ángel Puello
l.casanova@elnacional.com.do

El Nacional

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