El canibalismo podría ser practicado como una urgencia de satisfacer el hambre o por costumbre entre guerreros, habituados a efectuar antropofagia ritual con los prisioneros, o para celebrar el triunfo tal como si fuera el premio obtenido como botín de guerra.

“Canibalismo es practicado por algunos pueblos guerreros, pero solo arrancan el corazón al enemigo vencido por la creencia de que al comerlo obtienen el poder y valentía del contrario.

En otros casos ingieren brazos, piernas y hasta viseras. Unas veces asados, otras veces lo cocinan como si fuera un caldo. Algunas tribus indígenas extraen al cabo de cierto tiempo parte de los enterramientos humanos, condimentan los huesos pulverizando y los mezclan con viandas como la yuca, ajíes y otros ingredientes para ingerirlos”.

Luego realizan un rito religioso cuya ceremonia sirve para ponerse en contacto con el espíritu del difunto, el cual le transmitirá una serie de mensajes.

Esta ceremonia sirve para indicar en la tribu a los invitados y es presidida por el shaman y recibe el nombre de “endocanibalismo”.

En algunos casos los participantes en los ritos de canibalismo, después de ingerir la carne humana, les produce nauseas y vómitos, quizás como un signo de repulsión al acto. Los captores marcaban con pintura roja las partes del cuerpo que ellos intentaban comer. El resto de la noche se los pasaban bailando; igual los prisioneros se unían en el regocijo”.