Las maniobras

Señor director:

Hay quienes, desde la sombra del poder, pretenden contrariar la decisión libérrima de un pueblo que se hastió de hambre y de corrupción.

Para mala suerte de los malvados, en la nuestro país quedan medios horizontales y comunicadores dispuestos a ejercer su oficio con dignidad.

Lo mismo que hace 20 años hicieron con las palabras del doctor José Francisco Peña Gómez, cuando las sacaron de contexto. Él dijo que si lo agredían, el país cogería candela por los cuatro costados, pero se refirió a la decisión del pueblo de luchar por su liderazgo. Peña Gómez sabía que era el líder más carismático que ha dado este país.

A Peña Gómez, los dos sectores del PRD pretenden sacarlo de la historia, igual que como han hecho en el PLD con Juan Bosch, que usan su figura en tiempos de campaña y hasta hay un grupo que se dice boschista. Yo no he visto, en el accionar o en las palabras de ese grupo, que esté integrado por boschistas. Que dejen de decir eso, que no lo son. Son más bien balagueristas.

Creo injusto que ese grupo le esté haciendo a Hipólito Mejía campaña sucia, aunque considero que, para librarse de eso, Hipólito Mejía debe utilizar más la figura de Peña Gómez.

Es la única forma de librarse de esa campaña sucia. Los peledeístas, bellacos por convicción, no hacen otra cosa que apoyarse en cualquier declaración que ellos consideren puede perjudicar a Hipólito Mejía, y tratan de montarse en ella para denostar al candidato del PRD, que es el que tiene mayor intención de voto.

No creo que los peledeístas logren desviar la intención de voto. No parece que puedan hacerlo, porque su candidato no pega una, pero lo mejor que puede hacer Hipólito Mejía es tratar de que las cosas le salgan bien en las urnas, y la figura de Peña Gómez da contenido y razón a su candidatura.

Los que no somos perredeístas, sino que tratamos de que haya un cambio, nos cobijamos bajo la figura de Peña Gómez, quien en vida convenció a mucha gente de la validez de su discurso y ahora es figura emblemática, lo quieran o no quienes le hicieron la vida imposible en determinadas coyunturas.

Atentamente,

Rafael Merejo

Periodista