Corrupción y leyes

Señor director:
Hay dos temas, entre muchos, que al pueblo dominicano le incumben especialmente, y son la corrupción y la legislación.

Sobre la corrupción, ahora se habla más que nunca, dado que ha pasado el tiempo sin que se produzca un verdadero progreso en la lucha contra este mal. La impunidad es como un cáncer en la sociedad dominicana, y la perspectiva de una cura en forma de castigo efectivo no se ha considerado. Y es que, aparentemente, los encargados de castigarla se han convertido en cómplices y son parte del problema.

Hay informes que ponen de relieve el nivel de de tolerancia general a este tipo de prácticas, un 80% de los dominicanos consideran la corrupción como tolerable, y un alto porcentaje expresa tener familiares o amigos que han pagado sobornos para acelerar los procesos administrativos. Hasta algunos agentes de la Policía, si una persona no les permite una mordida no ponen interés en los casos y no actúan debidamente.

Esperamos que el nuevo presidente electo, Danilo Medina, corrija esta cuestión de la corrupción. Que lo asuma como parte de lo que nunca se ha hecho.

El otro tema, entre muchos, es el tema de legislar. De una vez por todas, hay que aprobar la Ley de partidos, como una herramienta para fortalecer la democracia dominicana y evitar una dictadura, un régimen que utiliza el factor clientelista como recurso para comprar la conciencia de la masas populares de la nación, lo cual desacredita nuestra democracia.

En el orden de establecer leyes claras y contundentes para regular los partidos políticos, está la tarea de evitar las alianzas de partiditos. Danilo Medina debe inscribir esta meta en la lista de lo que hay que corregir, porque está mal.

Cada partido que lleve sus candidatos presidencial y vicepresidencial individualmente, no un presidente y vice para 5 o 14 partidos porque ensucia, contamina el proceso electoral.

Atentamente,

Lic. Ricardo Tejeda Guerrero

Santo Domingo

El vocabulario

Señor director:

Los políticos nos tienen acostumbrados a su feo vocabulario; pero en la campaña que finaliza, no sé lo que les pasó a una gran cantidad de comunicadores, que integraron a sus comentarios hablados y hasta a sus artículos escritos, palabras feas, frases soeces y hasta asquerosas.

Esos creían que el mundo se acabaría el 20 de mayo.

Atentamente,

Carlos Cordero

Santo Domingo