Volveré a mi país
Señor director:
La historia la escriben los vencedores, y la motorizan los grandes transformadores. Danilo Medina se presenta hoy como ambas cosas. Vencedor y gran transformador. Hoy nosotros podemos decir con orgullo nacional que Danilo Medina tenía razón meridiana cuando decía que iba a ser presidente de la República Dominicana.
Danilo Medina se metió en el corazón de la sociedad dominicana, de la gente, porque ha probado que, para él, auténticamente, primero es la gente. Ese eslogan no es exclusivo de nadie.
Danilo Medina, con su proyecto de nación, no vaciló en trabajar día a día, barrio por barrio, ciudades, campos y municipios, llevando las buenas nuevas. Hoy, como presidente, sigue haciendo lo mismo.
Danilo Medina nunca dudó con su propuesta. Siempre fue firme. ¿Por qué le va a temblar el pulso ahora, cuando tiene en sus manos la dirección del Estado y puede impulsar desde el Palacio las grandes transformaciones que ha anunciado y otras más que, por razones estratégicas, se ha guardado?
Desde el inicio de su campaña, cuando comenzó como precandidato del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, proclamó que iba a ser presidente. Nunca dudé de las posibilidades que tenía sobre sus compañeros de partido, y luego analicé el proyecto de nación que presentaba.
Hipólito Mejía y quienes con él hicieron campaña, lo cuestionaron y lo siguen cuestionando; pero si torpedean las reformas, si se convierten en obstáculos para las grandes transformaciones anunciadas, les darán la razón a quienes apostaron en su contra.
Danilo Medina, como candidato, presentó propuestas muy diferentes a los demás candidatos tradicionales del siglo pasado y del presente. Ahora, como presidente, comienza del mismo modo, con mano suave para su gente, que es la gente del pueblo, y mano dura con los corruptos, con quienes quieren torpedear los cambios..
Danilo Medina es economista y, como tal, conoce al dedillo a los compañeros, y entiende los problemas del país.
Queda por escribir el próximo capítulo, que será sobre el desarrollo de su gestión gubernamental; que debe ser la gestión que él soñó y la que concebimos todos sus compañeros. La de un discípulo de Juan Bosch, que es el gran maestro de los políticos de esta América esperanzada.
La esperanza me lleva a concebir la idea de volver a mi país Volveré.
Atentamente,
Sara Dilia De La Cruz
Nueva York

