A San Emérito
Señor director:
Antes de que iniciara diciembre, una autoridad mandó a destapar una cloaca en una acera de la avenida Italia, debajo del llamado puente seco, -parque Mirador del Sur- y hasta entonces nada se ha hecho con la fuñida cavidad, la cual tiene fuñidos a quienes se ven precisados a caminar diariamente por allí.
El hoyo se mantiene con las fauces abiertas en espera de tragarse un transeúnte. Su área es de dos metros por tres, mientras la profundidad es como la estatura del alcalde del Distrito Nacional. Algunos ciudadanos le han colocado basura en los bordes para llamar la atención de los caminantes, en lo que alguna autoridad se percata y manda a tapar el peligroso agujero.
Ojalá ocurra el responsable de esta situación la resuelva antes de que perezca alguien. San Emérito, te lo pedimos, óyenos.
Atentamente,
Rafael Peralta Romero
Periodista
Los políticos
Señor director:
Escucho ahora la promesa, de Hipólito Mejía y de Danilo medina, de que asignarán a la educación del 4% del Producto Interno Bruto.
Pienso que, incluso en el caso de que la promesa fuera cierta y ellos cumplieran, el sistema político tiene que explicarle a este país por cuál razón, a 14 años de haber sido aprobada la Ley General de Educación ley y habiendo gobernado los dos partidos mayoritarios en ese período, no se haya dado cumplimiento a lo que establece la misma.
Hipólito Mejía y Danilo Medina tendrán que decirle a esta sociedad qué hubiera sucedido si, en el momento en que la ley fue aprobada, se hubiera dado cumplimiento a la misma.
Hoy, estaríamos hablando de otras metas, porque muchas de las que citamos estarían cumplidas, y sería el sistema educativo mucho mejor. ¿Acaso me dirán que si las administraciones no son suficientemente pulcras, de seguro esos fondos no se utilizarían bien? Pues entonces hay que decir que estarían en prisión o por lo menos siendo investigados, quienes hayan incumplido de manera tan olímpica la ley.
Hay que destacar que es obvio que el presidente Leonel Fernández no dará cumplimiento a esta ley, y que, por haberla violado, nadie ha sido sancionado.
Atentamente,
Joaquín Caminero
Santo Domingo

