Doña Zoraida
Señor director:
Hablo de una destacada educadora que fue enterrada sin bandera sobre el ataúd.
El día 30 de noviembre, falleció un personaje muy importante de la sociedad educativa dominicana, doña Zoraida Heredia viuda Suncar, una mujer hermosa como ser humano, maestra de maestros, quien, fundamentada en las enseñanza de Salome Ureña y otros educadores de nuestra historia, tuvo a su responsabilidad enseñar a varias promociones de jóvenes que luego serían maestros reconocidos por su labor educativa en el país.
Su partida ha quedado silente en los medios de información, su ataúd cursó silente el camino hacia el camposanto, sin show y sin bandera sobre el mismo, sin embargo, a un delincuente que murió misteriosamente en prisión y a una activista haitiana escondida detrás de una ciudadanía dominicana y que llevó indebidamente el país a justicia internacional, sí le dieron honores ciudadanos incorrectamente con la bandera dominicana sobre el ataúd.
Este análisis muestra el carácter insólitamente irrespetuoso e invertido de los criterios con que se está conduciendo la ciudadanía dominicana, y por qué el esfuerzo de verdaderos patriotas para trabajar por el mejoramiento de la educación no ha calado como corresponde.
En la víspera de fin de año, habrá pasado un mes de la partida de esa celebre dominicana oriunda de la ciudad de San Cristóbal. Honor a quien honor merece.
Atentamente,
Amado Hasbún
Santo Domingo
El béisbol
Señor director:
Los dominicanos y las dominicanas conservan todavía el entusiasmo por el béisbol.
Es importante que los empresarios del área valoren la aceptación del público a esta actividad y colaboren, en lo posible, con mantener la seguridad en los alrededores de los estadios.
No representa gran sacrificio para los empresarios aportar algo de dinero para conseguir que sea redoblada la vigilancia en los lugares cercanos a los estadios de béisbol y que las patrullas tengan motocicletas para movilizarse.
Hay que evitar que la delincuencia despoje a los dominicanos del derecho a disfrutar de su deporte favorito, que sigue siendo, sin dudas, el béisbol.
Atentamente,
Rafael Aliro Santana
Santo Domingo

