Saber escoger
Señor director:
¡Qué bueno saber que con la nueva llegada del año 2012, la nación dominicana iniciara los primeros cinco meses, a pesar de la crisis económica que sacude al mundo, viendo movilizar miles de pesos que le servirán como aliciente a mantener la actividad económica, como producto de la campaña electorera de las elecciones presidenciales!
Es oportuno decir que, siendo la crisis global una realidad de estos tiempos, es de rigor que en las elecciones del 20 de mayo meditemos muy bien, para saber escoger al próximo gobernante. El país necesita un mandatario nuevo y novedoso, inteligente y prudente, firme y coherente, unificador y lleno de honestidad.
Aunque son varios los candidatos que buscan dirigir la nación solo dos de ellos Danilo y Hipólito, por la polarización de fuerzas, obtendría el triunfo, y no hay que ser pitonisa para darse cuenta que todos esos atributos adornan al candidato oficialista del PLD, licenciado Danilo Medina, quien, en su carrera política ha sabido sacrificarse para que su partido permanezca unido, y luego esperar su turno para en su momento unificar al partido y al país, y con todos los sectores de la sociedad construir un país más próspero, y, en cambio, el candidato opositor del PRD, ingeniero Hipólito Mejía, ha demostrado en su accionar político y su hoja de servicios ser un político lleno de confusión.
En cuanto a la toma de decisiones, Mejía no ha sido certero. Prueba de ello es que no se integró de manera inmediata a la candidatura del ingeniero Miguel Vargas en el año 2008 y a las congresuales y municipales del año 2010, dejando claro que falta unidad a lo interno del PRD.
Además tenemos que recordar tiene un pasado oscuro en su gestión 2000-2004. Todavía estamos cosechando ese vino amargo.
Es evidente, con todo lo antes dicho, que los dominicanos no podemos equivocarnos de nuevo para seleccionar, y debemos escoger como mandatario al licenciado Danilo Medina Sánchez, para que nos guíe en estos tiempos al desarrollo de una sociedad más justa para todos, y cerrarle el paso, para que no vuelva nunca más al Palacio, al caos, a la chercha, al desorden y a la incapacidad del pasado.
Atentamente,
Danilo Valentín
Santo Domingo

