Muy atentos, ¡volverán los indultos!
Señor director:
Resulta altamente preocupante el anuncio de que volverán los funestos indultos, hecho por el procurador general de la República, Radhamés Jiménez, quien frente a acontecimientos graves con frecuencia informa la creación de comisiones investigadoras que se quedan en el aire.
Cuando un reo es condenado, la primera recomendación de su abogado es que coja una Biblia y comience a rezar, y que se ponga a fabricar muñecas de trapo y otros objetos, para que le otorguen rápido la libertad condicional o el privilegio del perdón.
Los indultos han sido traumáticos, y basta recordar a aquel procurador general de la República sometido a la Justicia bajo la imputación de manejo irregular de estos asuntos, y a una dama de la alta sociedad que fue amnistiada luego de timar a la autoridad haciendo el teatro de que estaba enferma.
El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez deberá memorizar que hace un par de meses personalmente se le notificó el contenido de un vídeo, preparado por el Patronato Penitenciario, en el que miembros de una activa pandilla de narcomatones aparecen, supuestamente rehabilitados, como artistas y jefes de una panadería donada por una embajada europea. El vídeo fue corregido.
Al poco tiempo, la «maestra de panadería» de la cárcel de Najayo elevó una solicitud de indulto por ante el Poder Ejecutivo, que a éste no le llegó. Sin que valieran las altas ofertas monetarias a auxiliares, la petición quedó paralizada en el escritorio del consultor jurídico de la Presidencia.
La respuesta fue la preparación de un tercer atentado contra el presumido obstáculo de la tramitación.
La tentativa fue frustrada por la vigilancia y un informe secreto, y la Fiscalía del Distrito Nacional y la Dirección Central de Inteligencia Delictiva (DINTEL) tuvieron que formular advertencias a dos reclusos de Najayo y La Victoria.
Así andan las cosas. Si la Iglesia Católica decide quiénes podrán ser agraciados con el indulto, su Eminencia Reverendísima ha de saber que a cualquiera le meten gato por liebre, y que la acrisolada imagen de esta institución podría quedar severamente dañada.
Atentamente,
Oscar López Reyes
Periodista

