El ADN y el Centro Futuro
Señor director:
Quisiera que nos permitiera aprovechar el asueto del alcalde Roberto Salcedo, quien después de la ardua jornada de su ayuntamiento llevada a cabo en el malecón de la capital, para pedirle en nombre de los munícipes de Cristo Rey y zonas aledañas, a que por favor ponga en funcionamiento el Centro Futuro, localizado en la Nicolás de Ovando, entre las calle 37 y Ortega y Gasset.

Este inmueble que una vez alojó las oficinas y talleres de la empresa “Cima Industrial” fue adquirido en el año 2009 por el gobierno japonés, por un valor ascendente a los 85 millones de pesos y donado a la República Dominicana para que allí funcionaran talleres de capacitación que sirvieran al desarrollo de la juventud de los barrios de la circunscripción 2 del Distrito Nacional.

Roberto en ese momento al agradecer el gesto de los japoneses, aprovechó la donación para explotarla políticamente. Sin titubeo y en el marco del fragor electoral se reunió con los munícipes de esas empobrecidas barriadas, a quienes les arrancó la risa, la ilusión, el buen deseo y el voto, prometiéndole la apertura inmediata del Centro Futuro.

En ese momento el síndico capitaleño sometió una resolución para que los regidores de su cabildo le aprobaran 25 millones de pesos para el equipamiento del centro laboral, pero hasta la fecha nada se ha hecho. De esa promesa no cumplida hacen ya cinco años y el espacio de capacitación permanece cerrado, lleno de polvo, basura y ratas. La juventud y los residentes adultos organizados en grupos artísticos, culturales, deportivos y comunitarios, se cansaron de cuentos, demagogias baratas y sombrías esperanzas, por lo que no aguantaron más y decidieron crear un espacio que ya conocen con “Nueva Visión Municipal”, con su lema un sueño posible, el cual hace unos días montó una vigilia en las instalaciones del Centro Futuro.

Como alternativa un joven altruista de nombre Víctor Miguel, aprovechó la protesta de los comunitarios para anunciar la apertura de un centro de informática, el cual será inaugurado en los próximos días, donde unos 500 jóvenes aprenderán a manejar los elementos esenciales de la computadora.

Además de la inoperancia del centro comunal que debe servir al avance de la juventud, la gente de Cristo Rey, a lo igual que el Nuncio Apostólico de su Santidad, en el viacrucis del Viernes Santos, se quejan de que las calles del sector acusan un progresivo estado de deterioro y sus esquinas se repletan de desechos, con aguas putrefactas que ponen en peligro la salud de los residentes.
Atentamente,
Nélsido Herasme
Periodista