Atropello

Señor director:

Hace varios días acudí al Palacio de justicia de San Cristóbal en un asunto judicial particular, pero antes de tratar mi caso tuve que observar otros procesos que me dejaron anonadado por la forma cómo la fiscalizadora se dirigía hacia los intervinientes.

La funcionaria judicial trataba en forma humillante y atropellada a las personas, especialmente a varias mujeres que acudieron para solicitar el pago de pensión alimenticia de sus hijos, o el reconocimiento de sus hijos de parte de sus padres.

“Cállese, usted no ve que yo estoy hablando” y “usted quiere que yo la mande a sacar”, fueron dos de las expresiones más simples que la fiscalizadora manifestó en el tiempo que estuve allí.

Muchas de las mujeres presentes, algunas de ellas embarazadas de hasta ocho meses, soportaban el constante martillar de la funcionaria judicial que se suponía debía ayudarlas para evitar que sus maridos y parejas las humillaran y maltrataran o cumplan con el pago de la manutención de los hijos.

Algunas optaron por marcharse y “dejar las cosas así”, prefiriendo recibir el maltrato del “papaúpa” con el que duermen todas las noches y no el atropello de una Eva que probablemente fue también alguna vez víctima del machismo aberrante de muchos dominicanos.

Ante situaciones como esas uno se pregunta si puede avanzar un país donde el trato injusto es corregido con otro trato injusto de parte del funcionario que debe intervenir.

Me parece que no, que debemos mejorar la calidad del trato hacia los demás para que el país se humanice en lo que sea posible.

¿De qué sirve que una mujer embarazada y abusada por su marido sea tratada a patadas, como una mula, por quien debe prestarle ayuda y resolver el caso como establecen las normas de convivencia de la sociedad dominicana?

Comenté lo ocurrido en San Cristóbal y un compañero me dijo que es una situación generalizada en la justicia dominicana, donde muchos representantes del ministerio público creen tener derecho a pasarle el rodillo a cualquier persona

Creo que esa es un área en el cual deberá trabajar muy duro la Procuraduría General de la República, para que el servicio a la ciudadanía no sólo sea eficiente y oportuno, sino también cálido.

Atentamente,

Ruddy Germán Pérez

Periodista