Barbarie y civilización
Señor director:
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Hablando de las Altas Cortes, quiere decir, entonces, que dado el éxito de estas herramientas constitucionales el progreso y el avance de los pueblos muchas veces hay que impulsarlo sin mirar y hacerle caso a la jauría que no tiene ni el más mínimo interés, voluntad y visión de engrandecer el suelo que lo vio nacer.
Visto esto, hay que admitir que a pesar de los pesares, al menos, en el ámbito institucional la República Dominicana ha registrado importantes avances que en términos formales nos colocan como una nación moderna que consolida su democracia y sus instituciones .
Pero lo más importante de todo este proceso institucional transformador que está viviendo la sociedad dominicana es el nivel de conciencia ciudadana y empoderamiento que ha comenzado a experimentar cada dominicano sobre lo que son sus derechos fundamentales consagrados en la Constitución del 2010.
Definitivamente, la nación dominicana avanza, pero es menester entender lo que dijo Miguel de Cervantes, en su obra el Quijote de la Mancha, considerada la Biblia castellana: “ Si nos ladran, Sancho, es señal de que vamos avanzando.
Atentamente,
Alberto Quezada
Conciencia
Señor director:
Para octubre del 1973, todos los dirigentes y militantes del amplio abanico de instituciones políticas del país efectuaron un mitin en el estadio Cibao de Santiago y donde -por primera vez- se dio vigencia real al pensamiento de Maximiliano Gómez para que se combatiera unitariamente al oprobioso régimen balaguerista.
La ocasión es propicia porque – como en el 1973- hoy es vital que los sectores nacionales hagan conciencia de la necesidad de impulsar todo un movimiento de unidad para detener el estado de cosas que actualmente agobia al sufrido pueblo dominicano.
Así como ese año se soldó la unidad amplia de todos los antibalagueristas, ahora se impone que los sectores populares depongan sus intereses grupales y hagan conciencia de unirse con el objetivo de conseguir el desplazamiento de quienes hoy abusan del Poder e impiden el progreso real de nuestra patria.
Esos sectores deben irse a la historia del Bloque de la Dignidad Nacional y el Acuerdo de Santiago para que se recuerden que sólo la unidad permite la victoria.
Todavía ellos están a tiempo.
Atentamente,
Domingo Batista