¡Cuidado con lavado!
Señor director:
Las fundaciones y organizaciones no gubernamentales deben cuidarse y no hacerse copartícipes de negocios sucios que llevan a cabo diferentes redes internacionales para lavar grandes millones de dólares.
Son muchas las personas que me han hecho la observación de que ese es un tema peligroso y que podría tener consecuencias funestas.
Agradezco en su justa dimensión esos señalamientos, pero considero que es mi deber alertar a los miles de hombres y mujeres que trabajan en los movimientos sociales del país ante una situación que afectaría la imagen de esas fundaciones y las instituciones no gubernamentales.
El asunto está en que los traficantes de ese dinero piden a las fundaciones que abran una página en las redes de Internet para hacer depósitos de hasta 20 mil dólares de manera interdiaria.
De esa suma, los ejecutivos de las organizaciones se quedan con el 25 por ciento del monto y depositan -a su vez- el otro 75 por ciento a unas cuentas que los traficantes les suministran como si fuese el pago de servicios prestados por personas allegadas al enclave mafioso.
Ellos convencen a los dirigentes de que ese dinero es legal y que lo que tratan es de ayudar al sostenimiento de las actividades de esas instituciones.
Argumentan su identificación con la labor a favor de las comunidades.
Al ofrecer esas enormes cantidades de recursos, cualquier dirigente se ve tentado y puede caer en el gran gancho de servir para lavar cuantiosas sumas de dólares.
Es por esa situación que los dirigentes de las instituciones serias deben sopesar el caso y no servir a acciones que ponen en entredicho el trabajo de las fundaciones u organizaciones no gubernamentales que dignamente son parte importante en las diferentes luchas que se libran a favor de los barrios, pueblos y comunidades de la capital y el interior del país.
Que no se lleven de que -supuestamente- en esos negocios hay «pejes» gordo y que muchas fundaciones de determinadas figuras públicas están recibiendo esas «ayudas».
Nadie debe servir de preservativo para que los negocios de esas redes internacionales logren lavar dinero mal habido.
Atentamente,
Domingo Batista