Como chupasangre

Señor director:

Como chupasangre, ha vivido mucha gente en este país desde la férrea dictadura de Trujillo hasta hoy. Algunos fueron servidores del sátrapa y hoy son funcionarios, simuladores por convicción, deshonestos y manipuladores que ocupan puestos de mando tomando decisiones dañinas para niños, adolescentes y jóvenes, en nombre de una democracia limpia, abierta y participativa que nunca han practicado.

El caso de los congresistas, por ejemplo, ha rebosado la copa al publicarse más allá de su página Web las exquisiteces que consumen en el restauran de los diputados y senadores que dicen representarnos. Llevan una vida suculenta a costa del hambre que sufren los más necesitados del pueblo. Como la sanguijuela, pero con saco y corbata se llaman a sí mismo honorables sin que se perciba tal honor.

Con su ego y su poder descomedidos disfrutan de la suculencia alimentaria en el congreso, y en su privilegiado club, disponiendo de un menú variado y de alta calidad con recursos del pueblo, donde también disponen de los servicios de expertas en belleza y de masajistas profesionales. Es un congreso para el atraso que promueve con sus actos la tramposería, manipulación y abuso de poder, que de pasada, alimenta la perversidad que nos arropa. Es un congreso que bajo el manto de la inmunidad concentra y defiende ciudadanos con voluminosos expedientes y graves imputaciones, que les obliga caer en manos del Ministerio Público y de los tribunales de la República.

Es una vergüenza nacional que los partidos patrocinen y apoyen funcionarios corruptos, que elijen como guarida el congreso, donde gestionan y consiguen impunidad, logrando permanecer por años fuera de su hábitat natural que es la cárcel. Ese proceder nutre los males sociales como la corrupción, la delincuencia, la violencia, el crimen organizado etc. Recordemos a Reinaldo Pared, cómo arengó en defensa del barrilito, logrando así que Cristina Luzardo y demás senadores, todos provenientes del mismo endiosado saco partidario mantengan ese engaño que indigna a la mayoría de los dominicanos

Todos los legisladores son una misma y única cosa, y se tapan entre sí con tal de usufructuar más y más mieles del poder. Abel Martínez, distribuyo una constitución infantil dentro y fuera del país, queriendo anestesiar las heridas provocadas a los infantes con las enseñanzas tóxicas de sus negativas acciones. Por esos monstruosos paradigmas negativos, nunca más podemos votar. ¡Qué manden en sus casas!

Atentamente,

Lic. Santiago Martínez