Avance de la mujer
Señor director:
Muy a pesar de las fatales y alarmantes estadísticas sobre los feminicidios, los vejámenes y la discriminación, la mujer dominicana se viene abriendo paso en el seno de la sociedad. Viene teniendo en los últimos años un loable, sostenido, vertiginoso y significativo desarrollo, que se manifiesta en los más variados ámbitos de la vida. Por todo lo cual celebro y congratulo a la mujer dominicana.
Luego de que a ésta se le permitiera el ejercicio del voto y reconocieran otros derechos en el año 1942; Minerva Bernardino surge como la primera mujer dominicana en ocupar un cargo de relevancia. Fue nombrada embajadora ante las Naciones Unidas en 1950. Es precursora de la lucha por la emancipación de la mujer a nivel universal.
Andrea Evangelina Rodríguez Perozo fue la primera mujer dominicana graduada en Medicina en el año 1911. Francisca Romero Beltré la primera en graduarse de ingeniería y arquitectura y Ana Teresa Paradas, la primera en hacerlo como abogada en esa misma época.
Cuando el siglo XXI despuntaba en sus albores, en el año 2000, asciende por primera vez, en toda nuestra historia, una mujer a la Vicepresidencia de la República: la doctora Milagros Ortiz Bosch, y se puede decir con toda propiedad, que más que bien, lo hizo excelente. Ahora, doce años después, otra mujer ocupa la Vicepresidencia de la República, la doctora Margarita Cedeño de Fernández.
Finalizando el siglo pasado, en el año 1999, una mujer, Rafaela Alburquerque, Lila, ocupa por primera vez la presidencia de la Cámara de Diputados, marcando un hito en nuestra historia; y podemos decir que no defraudó a su género. El más reciente y significativo paso de avance de la mujer dominicana lo encarna Cristina Lizardo, consolidando esta tendencia, quien desde el pasado 16 de agosto ocupa la presidencia del Senado de la República.
He tenido oportunidad de seguir de cerca la trayectoria de esta destacada mujer y, por las credenciales con que llega a esta posición; por el tino yla forma en que está llevando a cabo su incipiente gestión en tan importante órgano de poder, sé que me puedo arriesgar y pronosticar un excelente desempeño de Cristina desde la residencia del Senado. Como lo reiteraba uno de sus principales promotores, el senador Charles Mariotti, es una gran batalladora, una genuina triunfadora de la vida y la política.
Finalizo manifestando mi pleno convencimiento de que tanto la sociedad, como la mujer dominicana, estamos preparados ya para que una mujer ocupe la presidencia de la Republica y dirija los destinos del país.
Atentamente,
José Vicente Calderón R. Periodista