Los linchamientos

Señor director:
En los países donde la institucionalidad funciona no acontecen con tanta frecuencia los abominables linchamientos, que aquí son recurrentes, la agravante es, que por lo visto y oído seguirán sucediendo, ante la mirada atónita de quienes entendemos que así una sociedad no puede avanzar. El salvajismo aquí es fuera de serie, y que conste vivimos en una media isla. Es pertinente destacar que no somos un país tan grande para que abunden los fanáticos, que en aras de justificar el desorden judicial, la corrupción, la delincuencia y los linchamientos comparan nuestro país con naciones donde sobreabundan millones de seres humanos. Pero lo que más duele e impacta es escuchar la pachotada de quienes entienden que la delincuencia se reducirá linchando rateros, por si no los saben esos fanáticos proclives a los ajusticiamientos es bueno refrescarles la memoria con esto: la Ley del Talión fue abolida con la venida de Cristo, quien fuecrucificado en medio de dos ladrones y uno se arrepintió y él lo perdono.

A quienes aúpan y apoyan los linchamientos es bueno decirles, que con esa práctica malsana muchos delincuentes y presuntos delincuentes han sido despachado al más allá, por “garantes del orden” y quienes emulan a estos, haciéndose ignorar que esas barbaridades son impropias de las sociedades civilizadas, donde por razones obvias deberían prevalecer la institucionalidad y el respeto a los derechos humanos. Lamentablemente, parece ser, nos faltan muchos años luz para que en nuestro país tengamos un gobierno mayormente conformados por autoridades que entiendan la relevancia de su rol de representarnos.

Abundan los representantesque generalmente están en todo menos en lo que tienen que estar, y siendo así los males en vez de disminuir seguirán creciendo.Cada vez somos más los que nos resistimos a escucharlos, pues es demasiado obvio que los cargos que ostentan les quedan grandes y es lógico que así sea, porque aquí el mayor aval para dirigir cualquier institución es pertenecer al partido gobernante.

Ese asunto horroroso de los linchamientos está adquiriendo auge y quienes glorifican estos actos bestiales se hacen no saber que principalmente los del medio y los de abajo, el día menos pensado(aun sin ser delincuente)nos pueden linchar o a un pariente,unos justicieros que ahora en campaña los veremos correteando y palmoteando detrás de unos funcionarios que son candidatos y muy orondos reparten dinero del erario, pero esos son “santos” e intocables, para las autoridades que permiten los linchamientos, que en pleno siglo 21 nos tipifican como una sociedad de salvajes.
Atentamente,
Teresa Gómez