Opinión

Cartas de los lectores

Cartas de los lectores

Lucía Medina

Señor Director:
El pasado 16 de agosto se instalaron en sus cargos las nuevas autoridades electivas del país, muchos repitiendo posiciones, otros cambiando de posiciones, algunos otros de nuevo ingreso y algunos pocos hasta reingresando como funcionarios de elección popular.

Esto trajo consigo un acontecimiento de trascendencia y, con varios detalles: Fue escogida la licenciada Lucía Medina, Yomaira, como presidenta de la Cámara de Diputados. La segunda mujer en dirigir tan importante órgano de poder en la República Dominicana. Entre los años 1999 y 2003 esta entidad fue gobernada por la doctora Rafaela Alburquerque, Lila.

Además, se da el caso, único en nuestra historia, de que dos hermanos, cada cual en su momento, hayan presidido esta institución. El licenciado Danilo Medina estuvo al frente de la Cámara de Diputados durante el período legislativo 94-95.

Otra circunstancia que se da es la de que dos hermanos, uno sea presidente de la República, el licenciado Danilo Medina, y la otra, presidenta de la Cámara de Diputados, la licenciada Lucía Medina, en un mismo período gubernamental. Precisamente esta circunstancia dio lugar a cuestionamientos de algunos sectores políticos y sociales del país.

Considero esos cuestionamientos sin fundamentos y sin asidero legal.¿Dónde está el quid del asunto? En que tanto el presidente de la República, licenciado Danilo Medina, como la presidenta de la Cámara de Diputados, licenciada Lucía Medina, asuman correctamente sus respectivos roles, el uno hacia la otra, y la otra hacia el uno; y los dos hacia el país, contribuyendo cada vez más con el desarrollo de nuestra democracia y el afianzamiento de la institucionalidad del país.

Con lo cual la flamante presidenta de la Cámara, parece estar muy a tono: En su primera convocatoria a la prensa acreditada en la Cámara, fue enfática al manifestar que sus ejecutorias siempre estarán estrictamente ceñidas a las normas legales, a los reglamentos internos y a la Constitución de la República Dominicana.

Como muestra, su renuencia de manera firme y decidida a dejar pasar un pretendido aumento salarial para los diputados y diputadas, que ella reconoce como algo inmoral y falto de ética.
¡Así, podemos apostar por una gestión exitosa de la diputada Lucía Medina!

Atentamente,
José Vicente Calderón R.

Periodista

El Nacional

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