La verdadera libertad
Señor director:
Hablar de libertad va mas allá de estar lejos de un reclusorio, es un estado emocional que nos hace esclavos de nuestros pensamientos, sentimientos y deseos; todos queremos ser libres pero. ¿Será esa libertad que deseamos lo que realmente necesitamos? Se habla mucho de libertad, obviando los elementos que la complementan, hay personas que buscan liberarse de la opresión, la discriminación y la pobreza, otros exigen libertad para decir lo que piensan, hacer lo que desean y vivir a su manera, todos queremos libertad y a veces para conseguirla somos capaces hasta de organizar protestas y manifestaciones, hay quienes creen que la verdadera libertad significa poder hacer todo lo que queramos sin importar las consecuencias que surjan dejando atrás los valores que nos forman como seres humanos juiciosos y pensantes.
Se ha definido la libertad como la capacidad para tomar decisiones, llevarlas a cabo y también para lograr esos objetivos que tenemos propuestos alcanzar, todavía existen muchas personas cautivas de prácticas y formas de pensar y aún así sienten que realmente son libres, sin embargo, la libertad personal consiste en decidir proteger el corazón, la mente y el cuerpo de las malas influencias, nos llamamos “libres” mientras que no estemos presos, ni impedidos de procurar nuestro bien.
Solemos asociar la palabra “libertad” con el derecho de vivir como nos plazca e ir en busca de nuestros sueños e intereses, sin embargo, vamos a librarnos de toda forma interior de esclavitud que nos impida llegar a ser personas de bien, esta clase de libertad se logra por medio del conocimiento y de la verdad, ahora bien, hay que marcar la diferencia en lo que realmente son los conceptos de libertad y libertinaje, cuando decidimos tomar la decisión de ser personas libres nos convertimos en seres humanos más flexibles y con mayor y mejor calidad humana.
Seamos libres de nuestra propia esclavitud, tomando las mejores decisiones y disfrutando a plenitud de todo lo hermoso que la vida nos regala para vivir la verdadera libertad que todos merecemos.
Atentamente,
Iris de la Cruz Paula