POR: Anulfo Mateo Pérez
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Frente político opositor
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Hay que apartar de la lucha política la ingenuidad, y entender que la alianza de clases con intereses antagónicos implica a largo plazo aceptar un desafío. Cada actor político acepta este desafío confiado en que va a triunfar. La unidad es usada para preparar luchas futuras, que les pueden dividir.
Por tanto, antes de establecer este tipo de alianza es preciso establecer sus ventajas y desventajas, los inconvenientes políticos a largo plazo, que serían la contrapartida de las ganancias inmediatas.
¿Para qué se establece la unidad con otras fuerzas que representan intereses antagónicos a los de la clase obrera? Para luchar, avanzar, alcanzar peldaños, fortalecer las organizaciones de los trabajadores. Es preciso decir que el oportunismo de derecha en el movimiento tiende a la unidad sin lucha y termina en la conciliación con la burguesía, es decir, sirviendo a los intereses mezquinos de los capitalistas.
Pero también es cierto, que el oportunismo de izquierda tiende a luchar sin unidad y termina en el aislamiento sectario. Sólo la unidad y lucha hace posible el avance del pueblo y de su dirección al mismo tiempo. Por esa razón, un frente político nacional debe tener un programa, que incluya la demanda por la preservación de los recursos naturales, la seguridad ciudadana y una amplia democratización del país. Para ello debe sustituirse a los actuales funcionarios de la Junta Central Electoral (JCE), por otros que respondan al interés de la nación y no al oficialismo, y en particular al ex presidente Leonel Fernández.
Lo propio debe ocurrir respecto a las altas cortes. La lucha contra la corrupción de Estado y la impunidad de quienes han depredado los recursos públicos. Todos son puntos de amplia aceptación nacional.

