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La política exterior comercial de la República Popular de China aboga por la apertura y globalización comercial, en tanto, que la administración de Trump defiende el bilateralismo.
En el tema de la seguridad internacional y lo que representa Corea del Norte, el presidente Trump planteó la urgencia de desnuclearizar al régimen de Pionyang.
Sin embargo, Xi Jinping enfatizó la línea política de una solución “pacifica” en Corea del Norte.
Xi Jinping logró lo que quería con Trump en primera fase impresionarlo y hacerlo sentir como todo un rey, para después establecer la regla de juego en las rubricas de acuerdos bilaterales donde el gigante asiático podría salir ganando.
Asimismo, Jinping exhibió una vez más la inteligencia y amabilidad que caracterizan a los líderes orientales cuando se trata de recibir en su territorio a delegaciones extranjeras.
De Mao a Jinping
La revolución que dirigió Mao Tse-tung desde 1949 cuando derrotó con las armas en las manos al general Chiang Kai-shek, vislumbró lo que sería la hoy República Popular de China convertida en la segunda potencia en el escenario mundial.
Casi setenta años después, China es un referente de primera magnitud en el mundo tanto por su extraordinario crecimiento económico y comercial así como por su liderazgo, influencia y capacidad de trabajo.
Mao Zedong como igualmente era identificado ese gran líder nacido en 1893 en Pekín y fallecido en 1976, trazó los lineamientos básicos para colocar a su país en el mapa de las naciones predominantes en el planeta.
La Gran Revolución Cultural promovida y enarbolada por el viejo Mao se extendió por todo el denso territorio chino en las áreas productivas teniendo de estandarte el cultivo de arroz; la expansión tecnológica y la promoción de sus auténticos valores culturales.
Actualmente la República Popular de China es la “niña bonita” que todos quisieran tener de cerca, por sus inmensos recursos y potencialidades económicas, pero también ante la supremacía que ejerce en el multilateralismo y bilateralismo mundial.
En un libro publicado recientemente sobre los discursos, entrevistas y mensajes del presidente Xi Jinping se proyecta la visión filosófica y manejo de la política exterior de los actuales líderes de China.
Jinping, es un líder pragmático y muy inteligente que apuesta al modelo de globalización comercial y de inversiones alrededor del planeta.
Y ha enarbolado la bandera de la paz, la concertación y diálogo como estandarte en la solución de conflictos mundiales.
No obstante, ha sido firme en defender la soberanía de su país en la construcción de varias islas artificiales en el Mar Meridional de China, tema que trascendió en la reciente visita de Trump a la región asiática.
Y Trump: ¿Qué ganó?
De regreso a Washington, capital estadounidense, el presidente Donald Trump hizo un balance de su periplo de 13 días por cinco países asiáticos incluido Japón; Corea del Sur, Vietnam, China y Filipinas.
Ha sido la gira más extensa de un mandatario de Estados Unidos por Asia en un cuarto de siglo.
El aspecto más resaltante obtenido por Trump en su gira asiática es el contacto directo con los aliados tradicionales de Estados Unidos en Asia, especialmente Japón y Corea del Sur, dos países que se han mantenido alertas y preparados ante los lanzamientos de misiles nucleares del líder norcoreano Kim Jong-un.
En Corea del Sur hubo expresiones de protestas contra la presencia del mandatario estadounidense acusándolo de crear un escenario de confrontación armada en la Península de Corea.