Cine y sociedad
Anthony Perez Diaz
Anthony2x2@hotmail.com
Hay que dar gracias a los dioses, al director Justin Chadwick o a quien sea por el tremendo acierto de haber elegido al actor británico Idris Elba, mejor conocido por el personaje del narcotraficante Stringer Bell en la serie de televisión Thewire, para personificar a Nelson Mandela.
Probablemente él no se parezca a Mandela todo lo que uno quisiera, pero logró colarse en la esencia del personaje, llegando a imitar con propiedad y resolución su modo de hablar y de caminar, y sobre todo, consiguió transmitir con veracidad el fulgor y la pasión de sus ansias de libertad. La suya es una actuación enérgica y cautivante.
Basada en la autobiografía del recientemente fallecido pilar de la lucha contra la segregación racial y por la libertad del pueblo sudafricano, ‘Mandela: Long Walk to Freedom’es una producción cinematográfica que arrastra un lastre común en este tipo de películas biográficas.
Es un fiel ejemplo de los casos en los que la admiración y el respeto por la grandeza del personaje en cuestión, coarta la libertad creativa de los realizadores, y éstos terminan sucumbiendo ante el peso de la figura histórica.
El film no sólo falla en contextualizar o puntualizar el tiempo en prisión de Mandela, es decir, en categorizar el mismo mientras éste está en curso, recuérdese que estamos hablando de 27 años tras las rejas, sino además en cuanto al rigor y la dureza del encarcelamiento.
Aclaro. No se trata de un mal film. Pero se evidencia tal premura en ella que en ocasiones su puesta en escena resulta más bien panorámica. Es tanto el apremio por puntualizaciones específicas en la vida del personaje, que el guion deja de lado trabajar a profundidad el imprescindible componente político en la vida de Mandela, y las motivaciones que originan su cambio de postura ante la violencia.
Por fortuna, no solo Elba ofrece una plausible caracterización –y esto es casi todo lo de valor que contiene el film–sino también la joven actriz Naomi Harris, como la esposa Winnie.
Su personaje exuda carisma y determinación, y sobre todo, refleja muy bien la complejidad que requiere una esposa cuyos sufrimientos y propio encarcelamiento la han transformado y se debate entre si seguir al esposo o abrazar sus opuestos ideales.