A Walk Among The Tombstones
‘A Walk Among The Tombstones’ es una película genérica y reiterativa con dos aspectos a su favor: tiene buena atmosfera, y en su mayor parte, un pulso narrativo que consigue mantener el interés del espectador.
Ahora bien, esta no es la típica película para adolescentes en la que el bueno se avalancha sobre él o los villanos, da a cada quien su merecido y sale de allí casi sin un rasguño, no. Se trata de un film dirigido a un público adulto, y por ello su tono es oscuro y deprimente, y en ocasiones su nivel de violencia es un tanto difícil de digerir.
Sin embargo, eso no exime el film del lugar común y de un recargado sentido de historia rutinaria y ya conocida. Pero eso sí ayudada por la presencia de un actor tan veterano y de recia personalidad como Liam Neeson, A Walk Among The Tombstones se erige como el vehículo perfecto para que un director incipiente ponga su nombre en el mapa.
No es exactamente el caso del director y guionista de la película Scott Frank –The Lookout – quien previamente se había destacado como guionista de films como ‘Dead Again’, ‘Get Shorty’ y ‘Out Of Sight’; pero ese es el sentimiento que prevale en la producción.
Neeson da vida aquí a Matt Scudder, un ex policía de New York caído en desgracia por su irrespeto a las leyes y a la vida, dedicado ahora mientras arrastra su pasado acuesta, a labores de detective privado sin licencia.
Cuando lo llaman para que investigue el secuestro y asesinato de la esposa del hermano de su amigo Peter, Scudder se resiste en principio, pero la crueldad de cómo sucedieron los hechos lo impulsa a tomar el caso.
No hay actuaciones a destacar aquí, las cuales no van más allá de lo decente y aceptable, y en el caso del propio Neeson, aunque su personaje no tiene el impulso impertérrito del de la saga ‘Taken’, la suya sigue siendo una actuación tan unidimensional como aquella.